Como ocurrió con el ministro Finanzas, Luis Caputo, cuando el gobierno salió a respaldarlo tras ser señalado por haber tenido una offshore en las Islas Caimán, ahora es el turno del jefe de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Gustavo Arribas, luego de que trascendiera una investigación de la Policía Federal de Brasil donde lo señalan como partícipe de un “esquema criminal”. Nuevamente la responsabilidad de respaldar al caído en desgracia recayó en el jefe de Gabinete, Marcos Peña, quien aseguró que “lo bancamos plenamente”.
Peña señaló que se trata de “una causa que ya fue investigada y cerrada en Argentina. Ya se dieron todas las explicaciones y se volverán a dar si es necesario”. Pero la reaparición del apellidos Arribas en la investigación que se realiza en Sao Pablo, Brasil, sobre redes de lavado de dinero, sobornos y evasión en conjunto con la Receita Federal (equiparable a la AFIP), no pudo ser obviada. Ayer, al término de la reunión del gabinete ampliado que realizó el presidente Mauricio Macri en el Centro Cultural Kirchner (CCK), Peña tuvo que responder sobre el caso durante la conferencia de prensa. El jefe de Gabinete no sólo respaldó públicamente a Arribas sino que además señaló que “no hay nada nuevo en esa denuncia, salvo una declaración de un policía de San Pablo, pero nada más. (El cambista Leonardo) Meirelles es un señor demandado por Arribas por mentiroso y debería comparecer ante la Justicia argentina”, remarcó el funcionario. Luego insistió en que el Gobierno nacional “tiene un compromiso con la integridad y la transparencia”, y apuntó que “cuando hubo alguna sospecha pedimos que el funcionario involucrado se aparte”.
La investigación brasileña sostiene que el jefe de los espías argentinos habría recibido una coima de 850 mil dólares de parte de empresas vinculadas al escándalo del Lava Jato y si bien la causa que debía esclarecer la maniobra fue cerrada el año pasado, su reapertura sólo podrá realizarse si lo aprueba la Corte Suprema que tiene el caso en estudio.