La petrolera YPF informó ayer que el año pasado su producción de crudo disminuyó 7 por ciento y la de gas 1,1 por ciento. Las inversiones medidas en pesos cayeron 7,6 por ciento pese a la suba del dólar y la inflación de 24,8 por ciento registrada en 2017 . En el upstream (producción) los desembolsos cayeron 9,8 por ciento y en el downstrem (refinación y comercialización) un 16,9 por ciento. El impacto se evidenció particularmente en las actividades de exploración donde se invirtió un 22,2 por ciento menos que el año anterior. Los ingresos treparon 20,3 por ciento, fundamentalmente por la suba en el precio y los volúmenes de los combustibles comercializados, mientras que la utilidad operativa fue de 12.700 millones de pesos.

La producción de crudo alcanzó los 227,5 miles de barriles diarios, un 7 por ciento inferior a la de 2016, la cual ya había caído 2 por ciento con respecto a 2015. “El declino natural de los campos maduros, junto a los efectos de los fuertes temporales de lluvia y nieve que afectaron principalmente a la provincia de Chubut, durante el segundo trimestre de 2017, y en menor medida a la provincia de Santa Cruz, son los motivos principales que originan dicha disminución”, aseguró YPF en su balance presentado ante la Bolsa de Comercio. Por su parte, la producción de gas natural disminuyó un 1,1 por ciento, totalizando 44,1 millones de metros cúbicos diarios, mientras que la producción de Gas Natural Licuado registró una reducción de 4,2 por ciento totalizando 50,4 miles de barriles diarios.

Las inversiones totales en propiedades, plantas y equipos alcanzaron los 58.009 millones de pesos, un 7,6 por ciento menos que en 2016. La cifra es casi idéntica en términos nominales a los 58.881 millones de pesos que YPF había invertido en 2014. En dólares la comparación arroja un resultado muy diferente. En 2014 la divisa estadounidense cerró el año a 8,60 pesos. Por lo tanto, se puede estimar que la inversión de YPF equivalió a 6846 millones, mientras que en 2017 el dólar cerró a 19 pesos, lo que permite estimar una inversión de 3053 millones, un 55 por ciento menor a la de tres años antes. Ese derrumbe se evidencia en los equipos de perforación. En 2014 la empresa informó en su balance que al cierre del año los equipos de perforación eran 72 y al cierre del año pasado la cifra cayó a 42.

La inversión en producción fue de 44.324 millones de pesos, un 9,8 por ciento menor a la de 2016. Se perforaron 467 pozos, de los cuales 94 fueron en formaciones no convencionales: 24 en Loma Campana, 6 en Río Neuquén, 22 en Rincón del Mangrullo, 19 en El Orejano, 3 en Aguada de la Arena, 1 en Bajada de Añelo, 4 en La Ribera, 3 en Bandurria y 12 en La Amarga Chica.

En actividades de exploración la inversión fue de 2456 millones de pesos, un 22,2 por ciento menos que el año anterior. Según informó la empresa ese derrumbe fue “debido principalmente a los mayores resultados negativos provenientes de perforaciones exploratorias improductivas”

En lo que refiere a las reservas probadas los resultados continúan siendo preocupantes. En 2016 habían disminuido un 9,2 por ciento y este año retrocedieron otro 16,5 por ciento quedando en 929 millones de barriles de petróleo equivalentes. La empresa comandada por Miguel Ángel Gutiérrez aseguró que la baja afectó principalmente a los líquidos y en menor medida al gas. “Los descuentos de reservas se han dado principalmente en Mendoza Norte en los yacimientos Barrancas y La Ventana y en los Yacimientos Chihuido de la Sierra Negra y Puesto Hernández”, se remarca en el balance.

Las ventas en el segmento de producción sumaron 116.994 millones de pesos, un 2,2 por ciento más que en 2016. En particular las ventas como productores de gas natural crecieron 18 por ciento. El precio promedio que obtuvieron fue de 4,92 dólares por millón de BTU, 3,7 por ciento superior al de 2016. Por su parte, las ventas de petróleo crudo cayeron 5 por ciento interanual. El precio del crudo en 2017 fue de 53,9 dólares el barril.

En refinación y comercialización la inversión fue de 8179 millones de pesos, un 16,9 por ciento menos que en 2016. La empresa destacó la finalización de la obra de rediseño de una unidad de la refinería de Luján de Cuyo. Por su parte, las ventas de naftas aumentaron 28,1 por ciento debido a un incremento promedio de 19,9 por ciento en el precio y a un aumento de 6,8 por ciento en los volúmenes. Las ventas de gasoil treparon 15,1 por ciento debido a un incremento de 15,9 por ciento en el precio promedio, pues los volúmenes despachados cayeron 0,7 por ciento interanual.

 

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