Un hombre cuya identidad y datos aún se desconocen se asomó por la valla norte de la Casa Blanca, comenzó a disparar en dirección a ella y luego apareció muerto en la vereda perimetral. El Servicio Secreto (SS) informó que el atacante “supuestamente sufrió una herida de bala autoinfligida” y declaró el estado de confinamiento de la sede del presidente Donald Trump, quien en esos momentos no se encontraba en el edificio.
Según los testigos, alrededor de las 11.46, hora de Washington, se oyeron varios disparos e inmediatamente comenzó a moverse el personal de la policía local, del FBI y del servicio encargado de la custodia presidencial.
Cuando los canales de televisión comenzaron a transmitir, mostraron patrullas policiales y ambulancias estacionados en el lugar del incidente, que fue delineado con un perímetro de seguridad. Pero todo había terminado. Según la cuenta de Twitter del Servicio Secreto, "una persona presuntamente se autoinfligió una herida de bala en la valla norte de la Casa Blanca".
El presidente Donald Trump no estaba en Washington cuando estallaron los disparos, ya que pasa el fin de semana en su casa en Mar-a-Lago, Florida. No obstante, la Casa Blanca fue resguardada con un perímetro de seguridad. Luego se informó que se había encontrado al presunto atacante con un disparo en la cabeza y que no hubo otros heridos.
En la última semana, este fue el segundo hecho “extraño” ocurrido en los alrededores la Casa Blanca. El 23 de febrero, un conductor fue arrestado después de estrellar su vehículo contra una valla de seguridad cerca de la sede presidencial. El automóvil no logró avanzar más allá de estas barreras.