Pancho y Roxy son dos esperpénticos participantes del Pre‑Cosquín que van a inscribirse de manera fraudulenta en casi todos los rubros del certamen, tratando de hacer todo lo que esté a su alcance para poder consagrarse en el escenario mayor de la música argentina.
Con estos disparadores, Vicky Olgado y Nicolás Terzaghi construyeron la trama de Gauchos reversibles. Estampas del Pre Cosquín, propuesta que se puede ver todos los viernes a las 22,15 en el Cultural de Abajo ‑ Sub Concert (Entre Ríos 579).
Los actores son también los responsables de la idea original de una propuesta que se gestó en unas vacaciones que ambos compartieron, y en la que destaca el componente lúdico ‑según comentaron a este diario‑, un ingrediente vital cuando se trata de una comedia.
"Los primeros juegos partieron de mezclar los géneros tradicionales de nuestro folclore con otros ritmos musicales, el propósito era generar humor llevando al extremo del absurdo la idea de los jóvenes que se proclaman como la renovación del folclore e intentan modernizar viejas estructuras", explica Olgado.
Provenientes de las nuevas canteras teatrales de la ciudad, Olgado y Terzaghi llevan el sello de la Escuela de Actores de "La Comedia de Hacer Arte", donde estudiaron y dieron sus mejores notas a partir de su integración en el Colectivo Teatral Bondi, coordinados por Hernán Peña y Cielo Pignatta.
Estos creativos intérpretes participaron en las dos obras que el Colectivo presentó en los últimos años : Antígona Vélez (2016) y la creación colectiva Grotesca Suit criolla (2017), donde demostraron que el talento bien encaminado a nivel pedagógico siempre rinde sus frutos.
Terzaghi, sanlorencino de nacimiento, formó parte del elenco estable municipal de esa ciudad durante más de 15 años, hasta recalar en Rosario, donde el año pasado logró uno de sus puntos más altos en su carrera al dar vida a uno de los personajes de la exitosa Saverio, el cruel, última propuesta de la Comedia Municipal de Teatro "Norberto Campos".
El grupo aclara que el foco no está puesto en la consabida parodia al género gauchesco ni en la ridiculización de los estereotipos rurales. "Más bien se ponen al descubierto las presiones propias de cualquier certamen (cosa a la que la televisión nos tiene acostumbrados) y los lugares a los que puede llevarnos la excesiva ambición por ganar", reflexiona Terzaghi.
Por su parte, Vicky Olgado, actriz y directora, egresada de las Escuelas Provinciales de Teatro de Santa Fe y de Rosario, viene trabajando desde el 2001 en el campo teatral. Actualmente integra la banda musical Homero y sus Alegres, con el personaje de Lidia Crucet y participa de la Visita Guiada, en Casa Arijón.
-- ¿Cómo se aplica en esta historia, la idea de la reversibilidad?, preguntó Rosario/12.
-- El concepto de "reversibilidad" atraviesa toda la obra: desde la inversión de los roles (Vicky es quien interpreta a Pancho, y Nicolás a Roxy); hasta el vestuario (metamórfico de principio a fin) y la escenografía (un dispositivo dinámico y giratorio)", señala Olgado.
Todos estos recursos, junto al formato de números cohesionados con un hilván narrativo, contribuyen a consolidar un espectáculo totalmente adaptable a diferentes espacios escénicos.
"La sed de triunfo y el vertiginoso ritmo de la competencia sorprenderá a Pancho y Roxy, que se verán envueltos en las más impensadas y desopilantes peripecias donde recurrirán a todo tipo de resoluciones para alcanzar su objetivo: consagrarse en el escenario mayor Atahualpa Yupanqui", dicen los protagonistas de este espectáculo.
"Roxy pretende ser 'el nuevo decir' de nuestro folclore, la vanguardia, Pancho hará todo lo posible por seguirla, pero no siempre con éxito", anticipan los creadores de Gauchos Reversibles.
Esta nueva producción que los une ‑dice Terzaghi‑ ofrece una multiplicidad de estampas y de trampas, con frente y reverso, mientras se apresura a aclarar que la obra es apta para todo público, aunque incluya ciertos guiños que solo entenderán los adultos.