Desde Roma
Si bien en los últimos años hubo varios momentos en los que los resultados electorales fueron poco definitivos como para poder formar un gobierno, la expectativa de lo que puede pasar en Italia después de las elecciones parlamentarias y regionales que se llevarán a cabo hoy, sigue provocando incertidumbre e inseguridad. ¿Qué pasará con los inmigrantes? ¿Italia seguirá dentro de la Unión Europea y el Euro? ¿A dónde irá a parar la economía y el empleo? ¿Qué pasará con los grupos de extrema derecha que siguen multiplicándose?
Los políticos se dicen todos seguros de que su partido será el ganador dado que no queda otra alternativa que votarlos porque son los que pueden asegurar el futuro del país. Dentro de las coaliciones, algunos ya se disputan entre ellos el cargo de primer ministro, que en realidad es designado en un primer momento por el presidente de la República en base al número de parlamentarios de ese partido, pero que tiene que contar a su vez con el voto definitivo del Parlamento.
De parte de los ciudadanos, las dudas persisten, dada la historia de inestabilidad económica y política de los últimos años. Y muchos siguen preguntándose a quién votar.
Vamos por etapas. En estas elecciones, 46,6 millones de italianos en Italia podrán votar para elegir 630 diputados y 315 senadores (en este último caso sólo votan los mayores de 25 años). En el exterior podrán votar unos 4,2 millones de italianos para elegir 12 diputados y 6 senadores. La asignación de los cargos no será fácil. La ley electoral, complicadísima, de hecho podría embarullar todavía más la tarea. Esta ley prevé en efecto la asignación de un cierto número de parlamentarios por el sistema proporcional y otros por el sistema mayoritario. Entre muchas otras cosas además establece que el partido que no consigue un mínimo del 3 por ciento de votos, pierde sus derechos y no puede llevar sus candidatos al Parlamento. Esos votos pasan a la coalición a la que pertenece o se pierden. Para hacer un gobierno el partido o coalición debería conseguir al menos el 40 por ciento de los votos.
Hay tres grandes coaliciones, además de otras formaciones menores, entre las que se dividirán los votos: el centroizquierda, liderado por el Partido Democrático (PD) de Matteo Renzi, la centroderecha liderada por Silvio Berlusconi y que incluye La Lega, el partido racista y anti inmigrantes de Matteo Salvini, quien a su vez quiere ser primer ministro. Y por último el Movimiento Cinco Estrellas (M5S), el partido creado por el cómico Beppe Grillo y hoy liderado por el joven (31 años) Luigi Di Maio. Entre los partidos menores, en principio no aliados con nadie, aparece Liberi e Uguali (LeU), formado por ex militantes del PD que dejaron el partido por diferencias con Renzi y liderado por el presidente del Senado, Pietro Grasso y la presidenta de la Cámara de Diputados, Laura Boldrini.
Según las últimas encuestas preelectorales publicadas por la prensa italiana, la centroderecha (integrado por Forza Italia de Berlusconi, Lega de Salvini y Fratelli d’Italia de Giorgia Meloni) podría ser el más votado (36,8%), seguido por el M5S con 28% y el centroizquierda con 27,4% (PD, Más Europa de Emma Bonino, entre otros). El M5S sin embargo sería el partido sin aliados más votado (28%). LeU obtendría el 5,7%. La cifra más alucinante de todas maneras es la referida a los indecisos y a los que se abstendrían de votar, que podrían alcanzar el 20-30% del electorado, según distintas encuestas. No se descarta que el trío de los partidos o alianzas principales pueda ganar algunos puntos en los resultados finales que se conocerá hoy por la noche.
“Las elecciones serán difíciles porque hay tres coaliciones, algo que en Italia prácticamente no ha existido jamás, y puede ganar cualquiera de ellas. Hay una gran incertidumbre que los italianos tratarán de resolver yendo a votar”, comentó a PáginaI12 el politólogo Gianfranco Pasquino, profesor emérito de Ciencias Políticas de la Universidad de Bolonia y comentarista político. Y sobre los indecisos agregó: “No sabemos cuántos irán a votar pero en mi opinión votará entre el 70 y el 75% de los electores. Hay que tener presente que el clima en estos días es pésimo, nieva todavía en muchas localidades de Italia, , muchos caminos y calles están congelados. Seguramente esto no ayuda. En cuánto a los jóvenes que todavía no saben a quién votar, yo les diría que lean los diarios en vez de estar jugando con el celular todo el tiempo. Si no van a votar será peor para ellos”.
A los indecisos y probables ausentes en el voto (en Italia el voto no es obligatorio) Berlusconi hizo un llamado específico en el acto de cierre de la campaña electoral el viernes en Roma: “Ustedes deben ser los misionarios del Lazio (la región a la que pertenece Roma y donde también hay elecciones regionales). Vayan todos a votar. Vayan incluso a buscar a sus tías viejitas y llévenlas a votar”. En efecto, estadísticas de 2017 indicaron que en torno al 23% de los votantes en Italia tiene 65 o más años.
Otro aspecto que podría inhibir a los votantes son los actos de violencia que se han desatado últimamente de parte de grupos de ultra derecha contra los migrantes pero también de otros sectores contra militantes de derecha. “Ha habido un poco de violencia de derecha. Ha habido violencia de algunos migrantes y también de italianos contra migrantes. Pero ésta no ha sido en su conjunto una campaña electoral particularmente violenta -agregó Pasquino-. No ha sido peor que otras. Es una campaña electoral distinta porque existe la posibilidad de que un movimiento anti político y anti establishment como el M5S, obtenga un resultado importante y en consecuencia se haga difícil la formación de un gobierno”. De hecho M5S ha dicho que no se aliará con nadie lo que dificultaría la formación de un gobierno si no le alcanzan los votos para tener mayoría parlamentaria.
¿No hay posibilidades de que la derecha se apodere del gobierno siguiendo la tendencia existente en varios países europeos? “No hay riesgos de que la derecha forme el gobierno. Hay un centroderecha, eso sí, guiado por un hombre de casi 82 años (Berlusconi, ndr)que no puede candidatearse al Parlamento, que no puede ocupar cargos públicos hasta el 2019 por problemas legales. Es una coalición que ya ha gobernado este país, bastante mal debo decir. Ahora dicen que pueden gobernar mejor. Yo creo que Europa no debe preocuparse por nosotros. Si quieren preocuparse por algo es mejor que piensen en Hungría, en Polonia, incluso en Cataluña”, concluyó el politólogo.
El nuevo Parlamento iniciará sus sesiones el 23 de marzo y entonces comenzarán las discusiones formales sobre la formación del gobierno. Pero las discusiones informales comenzarán ya esta semana.