El principio de recuperación, sobre todo anímica, que mostró River en el final del encuentro ante Flamengo, el miércoles último, no terminó de concretarse ayer en el estadio Monumental. El equipo ofreció algo del juego que se le reclama, pero no le alcanzó para volver a la victoria ante Chacarita, y de esta forma sumó su quinta presentación sin llegar al éxito. Si bien hizo el desgaste suficiente para quedarse con los tres puntos, no pudo concretar las opciones frente al arco de Pedro Fernández, y la despedida volvió a ser frustrante y acompañada por algunos silbidos.
El equipo pareció recobrar la memoria durante el desarrollo del primer tiempo, adueñándose de la pelota y acorralando a los visitantes en su campo. De esa manera se vieron acciones colectivas bien elaboradas, a las que sólo le faltaba precisión en los últimos metros.
Los que combinaban con acierto eran Ignacio Fernández, Mayada y De La Cruz. Entre los tres llevaban adelante a su equipo, y se sumaban circunstancialmente Casco por un lado o Saracchi por el otro. La primera jugada seria se dio rápido, a los dos minutos, y Scocco cayó en el área mientras el árbitro no sancionó falta. Inmediatamtente, desde las tribunas llegó el canto de moda contra el Presidente de la Nación. El final del primer tiempo volvió a presentar otra jugada similar, y Hernán Mastrángelo sancionó el penal por supuesta falta a De La Cruz. Scocco se encargó de convertirlo en gol, y el camino se empezaba a despejar.
El grito del ex Newell’s apareció cuando quedaban dos minutos para el final, y Chacarita terminaba esa parte sin rematar al arco con seriedad. Pero de pronto, en el último instante, el chico Menéndez hizo una gran jugada personal, y convirtió el empate ante la débil respuesta de Franco Armani. La jugada se había iniciado luego de que un jugador de River evitó el lateral, pero le dejó la pelota servida a los de San Martín para iniciar el contrataque.
Lo que había mostrado River en aquélla mitad se fue diluyendo en el complemento, y Chacarita jugaba más lejos de su propio arco. Encima, a los seis minutos, el ingresado Imbert no pudo concretar una chance muy clara, abajo del arco, al pegarle a la pelota con el muslo y tirarla por arriba. La habilitación había sido del lateral Petryk.
La entrada del colombiano Quintero fue algo positivo para River. El volante se ubicó libre detrás de la línea media de Chacarita, y sus apariciones fueron generando desequilibrio para el local. La falta de puntería en la definición, más algunas apariciones clave del arquero Fernández, evitaron que River pudiera marcar el segundo gol.
A diferencia de lo que estuvo ofreciendo en sus últimas presentaciones, River pudo mostrar un juego más asociado, y de esa manera más cercano a lo pretende su entrendor. Si bien todavía se nota la falta de un armador, del estilo de Gonzalo Martínez, van apareciendo algunos nombres que intentan ganarse un lugar entre los titulares. Ignacio Fernández cumplió ayer en el rol de acompañante por la franja derecha, y Quintero fue otro que, con un poco de claridad, terminó convirtiéndose en la figura. El uruguayo Mayada, más allá que ayer se desempeñó como volante, es otro que también puede consolidarse en el conjunto definitivo.
La Supercopa Argentina ya se vislumbra en el horizonte, y si sus figuras principales consiguen destacarse en el mismo momento, el 14 de marzo puede ser la fecha para que River finalmente empiece a cambiar este presente. Las señales, pequeñas todavía, están apareciendo.