Desde Roma
Importante avance de la alianza de centroderecha, el Movimiento Cinco Estrellas que se constituye primer partido de Italia y una tremenda derrota del Partido Democrático (PD) parecen ser, hasta el cierre de esta edición, los resultados de las elecciones parlamentarias que se realizaron ayer en Italia. Según las previsiones elaboradas por distintas empresas sobre el conteo de votos para el Senado (el conteo de la Cámara de Diputados iba mucho más atrasado), así como las estimaciones de las encuestas a boca de urna, la centroderecha liderada por Silvio Berlusconi podría conseguir cerca del 35% de los votos, el antisistema M5S en torno al 32,5% y el centroizquierda con el PD a la cabeza, el 23% o menos.
Pese a los festejos que ya está haciendo la centroderecha (Forza Italia de Berlusconi, Lega (ex Liga Norte) de Matteo Salvini y Fratelli d’Italia), esta coalición tampoco podría gobernar porque de confirmarse estos datos, no obtendría de todas maneras la mayoría en ninguna de las dos cámaras del Parlamento. Además, dentro de esta alianza se ha declarado otra batalla. Todavía está por verse quién la controlará de ahora en más. Si bien fue fundada por Berlusconi hace varios años –quien por lo demás ya propuso un primer ministro para el próximo gobierno ya que él no puede serlo por problemas legales–, ayer los votos demostraron que Forza Italia (FI) fue superada por la racista Lega. Las previsiones hablan en efecto de que FI obtendría en el Senado el 14,5% de los votos mientras la Lega obtendría casi el 16%. “Una sola palabra: gracias”, escribió en un tweet Salvini a sus electores.
Aunque como primer partido se perfiló el M5S, los votos conseguidos tampoco le darían la posibilidad de formar un gobierno, a no ser que sus dirigentes decidan tratar con el PD o con la centroderecha. De parte del secretario del PD, Matteo Renzi, nunca hubo mucha simpatía hacia el M5S y éstos por su parte siempre han dicho que no harán acuerdos con los políticos que critican. Pero ya se sabe: la política es el arte de lo posible...por lo cual habrá que esperar para ver cómo se mueven.
“Si los datos se confirman –declaró Alessandro Di Battista del M5S– se tratará de un triunfo que demuestra la bondad de nuestro trabajo. Todos tendrán que venir a hablar con nosotros y ésta es la mejor garantía de transparencia para el pueblo italiano”.
Las primeras estimaciones de las encuestas a boca de urna publicadas por algunos medios italianos apenas se cerraron las mesas electorales, ya habían dado como primera coalición a la centroderecha con un posible 33-36% de votos. En segundo lugar, con un posible 30-33% de votos, habían colocado al M5S fundado por el cómico Beppe Grillo y hoy liderado por el joven (31 años) Luigi Di Maio. Tercero, según las mismas encuestas, habían dado a la centro-izquierda (PD, Más Europa y otros) con el 25-28%.
Casi 47 millones de ciudadanos fueron llamados a votar en estas elecciones, para elegir 630 diputados y 315 senadores. En el exterior podían votar unos 4,2 millones de italianos para elegir 12 diputados y 6 senadores. De los casi 47 millones fue a votar en la península el 74 %. mientras en las últimas elecciones políticas de 2013, los votantes fueron el 75% del electorado, un 5% menos que en 2008 y un 8% menos que en 2006.
Según trascendió, se verificaron errores en las boletas de voto impresas por varias sedes electorales. Pero el caso más llamativo fue el de Palermo (capital de Sicilia) donde a último momento se tuvieron que reimprimir algo así como 200.000 boletas. Sobre el caso siciliano, donde entre otras cosas giran intereses mafiosos, algunos políticos sospechan que pueda haber sido un intento de boicot de la votación.
En Milán, al norte del país, una chica improvisó una protesta mientras Silvio Berlusconi entraba a votar. La muchacha estaba en topless. Irrumpió de golpe en la sala donde estaba el ex primer ministro gritando: “Berlusconi, tu tiempo ha terminado”. Repitió varias veces la frase mientras se subía a una mesa, aprovechando que fotógrafos y camarógrafos la inmortalizaban. Pasaron algunos minutos hasta que un policía la tomó de las piernas y la tiró abajo. “Fue una suerte de aparición. No sé qué sucedió, fue un fantasma. ¿Mi tiempo ha terminado? Creí que se refería a mi tiempo en la cola para votar que en efecto había terminado”, comentó Berlusconi. No es la primera vez que muchachas en topless protestan contra Berlusconi en las mesas de voto. Algo similar hicieron en 2013 tres chicas de Femen, la organización feminista ucraniana famosa en toda Europa por este tipo de protestas.
En cuanto a los votos de los italianos en el exterior, que llegaron por avión a Italia ya que esas votaciones se realizaron algunos días antes, al parecer han sufrido numerosas anulaciones por errores de los que debían contabilizarlos, según denunció un representante de la lista Más Europa. De esos votos hasta ahora no se han tenido informaciones.
De confirmarse los resultados conocidos hasta ahora, el panorama de incertidumbre sobre el futuro de Italia no se habría aclarado. Esta semana de todas maneras empezarán las negociaciones informales entre los partidos para ver cómo, cuándo y con quien se podría formar un gobierno. Está previsto que el 23 de marzo tome posesión el nuevo Parlamento y que en los primeros días de sesiones se elijan los nuevos presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado. Después de este paso comenzarán las consultas de parte del presidente Mattarella, que invitará al Palacio del Quirinale, sede de la presidencia, a los representantes de todos los partidos políticos. Luego de estas consultas, el presidente podría estar en condiciones de encargar la formación del gobierno a un político, generalmente proveniente del partido o la coalición que obtuvo más votos en las elecciones. El presunto encargado de formar gobierno, deberá obtener el voto de confianza para él y su gabinete de parte del Parlamento. Si no, no puede ser primer ministro.
Recién entonces comenzará a funcionar efectivamente el gobierno y para llegar a esa situación habrá que esperar un mes o más probablemente. El gobierno, cualquiera sea su tendencia, deberá afrontar los problemas más candentes del país en este momento, desde la inmigración hasta la deuda pública, que preocupa a muchas entidades internacionales y que podría poner en peligro al economía italiana. Se trata de una deuda pública de 2,25 billones de euros, lo que equivale aproximadamente al 131,6% del PIB. Además, cerca de un tercio de la deuda está en manos de inversores no residentes, lo que agrega otro factor de inestabilidad, estiman organizaciones financieras internacionales. Se espera que en 2018 la deuda baje al 129,9% del PIB y para eso, el estado deberá contener sus gastos.
Después de la crisis económica que comenzó en 2008-2009, la situación ha mejorado, tanto a nivel del empleo (la tasa de desempleo gira en torno al 11% y el desempleo juvenil al 34%) como del Producto Interno Bruto (PIB). Pero todavía queda mucho por hacer. Según el ministro de Economía, Pier Carlo Padoan, el crecimiento del PIB fue del 1,5% en el 2017 y será más o menos igual en 2018.