Desde Berlín
El clima en Alemania parecería muchas veces acompañar la misma dirección que la política o los hechos importantes. De los menos quince de sensación térmica que asolaron a varias regiones durante los últimos días, a los 3 grados que hicieron la mañana de ayer en la capital germana, la temperatura fue subiendo de a poco hasta alcanzar el número justo, o al menos suficiente para que la gente saliera a la calle un domingo y para que en el epicentro político también se anunciaran los números de la tan esperada votación socialdemócrata en pos de consolidar o no el acuerdo de coalición firmado por los 90 negociadores el 7 de febrero pasado. Sobre cero y con un sol radiante, Dietmar Nietan (responsable de la comisión para la consulta) y Olaf Scholz, gobernador de Hamburgo, dieron ayer los resultados del escrutinio en la Willy-Brandt Haus, sede del SPD en Berlín: en un 66 por ciento el partido socialdemócrata alemán dio su “sí” y puso punto final a las largas negociaciones. A partir de ahora Merkel puede ser reelecta en el Parlamento para comenzar con el siguiente período de gobierno de cuatro años.
“La gran mayoría de los miembros del SPD han seguido la recomendación de la dirección (del partido)”, anunciaba en torno a las nueve y media de la mañana en la sede berlinesa del partido socialdemócrata Olaf Scholz, presidente en funciones del SPD, dejando en claro que “ahora sí: el SPD formará parte del nuevo Gobierno alemán” junto a la CDU y la CSU de la Unión. Terminado el recuento del voto de los afiliados al partido, ganó el sí con un 66% de los sufragios mientras que la participación en la votación también fue alta e incluso mayor que hace cuatro años: entre los 463.000 miembros de base del SPD, el 78% asistió al escrutinio para asentar su posición sobrepasando la del pasado.
La CDU de Merkel, por su parte, aprobó por amplia mayoría la gran coalición con los socialdemócratas, incluso cuando la canciller tuvo que calmar hace un tiempo al ala derecha de su partido por entregar el todopoderoso Ministerio de Asuntos Exteriores como ya se había anticipado.
De esta manera y luego de un período casi eterno de especulación, las bases del partido socialdemócrata alemán (SPD) han dicho “sí” a una reedición de la gran coalición con el bloque conservador de la canciller, Ángela Merkel y han evitado el escenario más temido: una crisis aguda en la primera economía europea. El resultado favorable de la votación dentro del SPD dio vía libre entonces a un gobierno de Gran coalición en Alemania y una inyección de alivio para las cancillerías europeas. Finalmente se ratificó el texto presentado a principios del mes pasado por los 90 negociadores cuyo título ya anunciaba las prioridades máximas del mismo acuerdo: “Un nuevo comienzo para Europa. Una nueva dinámica para Alemania. Una nueva solidaridad para nuestro país”.
Tras la votación, la canciller Merkel felicitó al SPD “por el resultado claro” y adelantó su disposición a “trabajar juntos por el bien y el futuro del país”. El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, de la misma manera se alegró de que finalmente “el período de incertidumbre haya terminado”, ya que la decisión del SPD marca también el inicio de una nueva fase para una “Europa que necesitada de reformas y que espera impaciente el impulso del motor franco-alemán”.
Con la aprobación de las bases de los partidos, Berlín pone fin al bloqueo político que duró más de cinco meses y el cuarto mandato de Merkel empieza a cobrar cuerpo. El SPD acudió dividido a una consulta considerada crucial para el futuro de Alemania y de Europa, pero también para la socialdemocracia alemana que atraviesa internamente una dura crisis de identidad. Así y todo, un 66% de los afiliados del SPD al final se pronunció a favor del acuerdo de gran coalición.
Desde la noche del sábado a la mañana del domingo, 120 voluntarios del SPD se la pasaron contando papeletas de cientos de miles de afiliados para llegar a un corolario y poner fin al periodo de desgobierno más largo de la historia de la Alemania moderna. El SPD, que marcó su mínimo histórico con un 20,5% de los votos en las elecciones generales del septiembre pasado, y habiendo rechazado inicialmente una gran coalición como la que ha gobernado en Alemania ocho de los últimos doce años, finalmente aceptó el pacto de 177 páginas propuesto. A partir de ahora en cambio, arranca una hoja de ruta que deberá culminar con la formación de un Ejecutivo en Berlín a mediados de marzo, cuando Merkel someta su cuarto mandato a la votación del Bundestag. En los círculos de liderazgo del SPD, la publicación de la lista de ministros se espera para el viernes a más tardar, si bien por otro lado el líder interino del SPD, Olaf Scholz, dijo también que “se tomarían el tiempo que necesiten”.
Anteriormente, esto también ya lo habían informado tanto el diario “Bild” como la Agencia de Prensa Alemana: los socialdemócratas recibirán un total de seis ministerios, incluyendo los prestigiosos departamentos de Asuntos Exteriores y Financieros, y Asuntos Laborales/ Sociales. En síntesis, el SPD volvió a entrar en el gobierno federal después de que los conservadores de la CDU votaran por amplia mayoría en un congreso el pasado lunes a favor del acuerdo y de que Merkel hiciera un nombramiento simbólico de sus ministros, a la espera del último y definitivo paso: la victoria del ‘sí’ en la consulta a las bases del SPD.