Pese que el Gobierno intenta restarles impacto a la apreciación del dólar y a su efecto en los precios internos, la escalada que viene registrando la divisa en los últimos días preocupa al equipo económico y ayer el Banco Central intervino en el mercado de cambios para evitar que la suba se siga acelerando. De todos modos, se mantuvo en el segundo valor más alto en su historia, en 20,52 pesos al público, sólo dos centavos por debajo del record de 20,54 del viernes. El organismo que conduce Federico Sturzenegger, que no intervenía de manera directa en el mercado desde el 11 de agosto del año pasado, vendió 30 millones de dólares para bajar el precio del billete verde en momentos en que había tocado los 20,66 pesos. Dado lo inhabitual de la participación del BCRA, desde el sector privado consideraron que el Central había puesto un techo, al menos en el corto plazo, en los actuales valores y sumaron su oferta en la plaza financiera, lo que colaboró con el objetivo oficial. Las reservas del BCRA finalizaron ayer en 61.706 millones de dólares, con un retroceso de 60 millones respecto de la semana pasada.
La demanda de divisas se recalentó en la primera parte del año como respuesta a los desequilibrios que exhibe la economía. Los cambios en las pautas de inflación para este año y la decisión de relajar la política monetaria para evitar una mayor parálisis de la actividad atizaron esa demanda. Desde mediados de diciembre del año pasado, cuando el tipo de cambio había mantenido cierta estabilidad tras las elecciones legislativas, el precio minorista del dólar acumuló un alza de 14,95 por ciento, mismo porcentaje que la pauta inflacionaria para todo este año que redefinió el Gobierno. Desde el 29 diciembre, último día hábil de 2017 y 24 horas después del anuncio del cambio de metas de inflación, el dólar para la venta se encareció 8,2 por ciento. El gobierno insiste con la idea de que esa escalada no se traducirá en un incremento de los precios internos a partir del encarecimiento del componente importado, pero casi todas las consultoras consideran imposible una inflación de 15 por ciento con este nivel de apreciación del dólar y de incrementos de las tarifas para los servicios regulados.
Es por eso que Sturzenegger, férreo defensor de las metas de inflación aunque sea a costa de frenar la actividad, debió ayer salir al cruce de la escalada del dólar, en momentos en que la demanda no encontraba contraparte por una menor liquidación de exportadores de granos. Fue cuando el dólar se había disparado en el segmento mayorista, donde negocian bancos y empresas por más de un millón de dólares, subiendo más de diez centavos, a un record histórico de 20,40 pesos. Si bien la intervención no fue costosa en términos de reservas, fue una señal para el resto del mercado que no registraba participación oficial hace siete meses, más precisamente en la semana previa a las PASO. El organismo vendió –según informó en un comunicado oficial– 30 millones de dólares y, luego de que se sumaron bancos privados, la cotización mayorista finalizó en 20,22 pesos, con un recorte de 8 centavos frente a la cotización del viernes. El volumen total operado fue de 604 millones de dólares, lo que representó un monto 9 por ciento inferior respecto al último.
Al público, la suba se había reflejado en un alza de 12 centavos hasta los 20,66 pesos. El precio en pizarra había perdido referencia y algunas entidades llegaron a ofrecerlo a 20,75. Sobre el final de la jornada, hubo correcciones en la pizarra y en promedio quedó en 20,52 pesos, dos centavos por debajo del máximo histórico del viernes. El Banco Nación lo fijó oficialmente en 20,45 pesos, mientras que en el segmento paralelo se adelantó al descenso del final de la jornada y terminó con una baja de 12 centavos, a 20,28 pesos.
En el mercado porteño las acciones líderes avanzaron 0,7 por ciento, pero con un reducido volumen de negocios debido a que los inversores están más atentos al movimiento de la divisa. En total, se operaron 664,7 millones de pesos, un 217 por ciento menos que la semana pasada. Las mayores alzas fueron para los papeles de Petrobras (5,1 por ciento), Transener (3,9 por ciento) y Mirgor (3,5 por ciento). En el segmento de renta fija, el recorte en el precio mayorista del dólar se replicó en los bonos nominados en moneda extranjera. El Bonar 2024 cotizó con una baja de 0,2 por ciento, mientras que el Bonar 2020 cayó 0,5 y el Discount con ley local retrocedió 0,7. El riesgo país cerró en 410 puntos.