El capital financiero consolida su rol como fuente privilegiada de divisas desplazando a los grandes exportadores. La afirmación se desprende de los datos de la balanza de pagos acumulados hasta el tercer trimestre de 2016 que ayer difundió el Indec. La radiografía del sector externo mostró un superávit en la cuenta capital y financiera de 2025 millones de dólares durante el tercer trimestre y acumula 14.466 millones de dólares entre enero y septiembre. Del lado de la economía real, la cuenta corriente mostró un déficit de 2970 millones de dólares en el tercer trimestre y acumuló un rojo de 10.720 millones de dólares entre enero y septiembre. Dentro de ese componente de la balanza, el superávit comercial alcanzó los 1417 millones de dólares en el tercer trimestre.
La renovada centralidad del sector financiero sobre la economía local se observa en las operaciones del sector público nacional y provincial: de acuerdo a los datos de la balanza de pagos del Indec el ingreso de capitales por la vía de préstamos acumulado entre enero y septiembre se multiplicó en 17 veces en los primeros tres trimestres del año frente al mismo período del año anterior. La llegada de divisas por la vía del endeudamiento externo no resultó en una expansión significativa de las reservas internacionales del Banco Central sino que estuvo destinada a financiar la fuga de capitales, la remisión de utilidades y dividendos, y el pago de los vencimientos de la deuda.
“El punto neurálgico es que las divisas obtenidas no están siendo utilizadas para destinos que generen condiciones de repago de la deuda. Eso hace que el esquema no sea sustentable en el mediano plazo. Estamos frente al inicio de un nuevo ciclo de endeudamiento y no frente a una política contingente”, advierten los economistas del Centro de Estudios para el Cambio Social, Itai Hagman y Pablo Wahren. De acuerdo a los datos del Indec, durante el trimestre la formación de activos externos (medida de la fuga) del sector privado no financiero alcanzó los 2192 millones de dólares, en línea con los valores del año pasado, y la remisión de utilidades y dividendos subió hasta 1595 millones de dólares, similar al observado en el mismo período del año pasado. El informe del organismo estadístico que ayer por la noche todavía no había publicado los anexos estadísticos utiliza el criterio “devengado” (movimientos pautados antes de que se realice la operación con divisas) a diferencia del registro del Banco Central que contabiliza operaciones que efectivamente se realizaron. Así, el BCRA informó que para el tercer trimestre la fuga alcanzó hasta 4085 millones de dólares.
Los datos del organismo estadístico evidencian además que la promesa de una “lluvia de inversiones” quedó trunca a pesar de los esfuerzos del Gobierno para seducir a las corporaciones extranjeras. Los flujos de inversión extranjera directa (IED) ascendieron hasta 4780 millones de dólares entre enero y septiembre de 2016 cuando en el mismo período del año pasado el guarismo relevado por el Indec alcanzó los 9577 millones de dólares.
El informe detalla que la deuda externa llegó a los 188.778 millones en el tercer trimestre. La semana pasada la Secretaría de Finanzas informó que la deuda pública bruta ascendió a 264.622 millones de dólares en el tercer trimestre. La cifra representa un aumentó de 10.633 millones de dólares durante los primeros nueve meses del año. Los datos preliminares publicados ayer no dan cuenta de la acelerada expansión en los pasivos externos que marcó el quiebre con la lógica de desendeudamiento. La información oficial da cuenta de la emisión de nuevos títulos públicos por 21.500 millones de dólares entre enero y septiembre.