La secretaría de Seguridad en Espectáculos Deportivos de la Nación reclamó en la Asociación del Fútbol Argentino un castigo a Central por el secuestro de los ataúdes el pasado sábado, uno de ellos con la leyenda "Macri". En Buenos Aires quieren que Central reciba la clausura de su estadio o juegue sin público los dos próximos partidos de local, además de una sanción económica debido a que uno de los identificados en la elaboración de los cajones es un vocal suplente. Aunque la dirigencia canaya se muestra convencida en sus argumentos de defensa.

El gobierno nacional está obsesionado con que no se realicen expresiones populares de rechazo a la figura del presidente Mauricio Macri. Esa orden es acatada por las empresas que televisan los partidos quitando de las transmisiones el audio ambiente cuando se producen los cánticos contra Macri.

Tras su paso por Rosario (ver página 2) la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se refirió al secuestro de ataúdes en el estadio de Central. "Son un modelo de provocación e incitación a la violencia", dijo. Recordó que desde la Nación se coordinan, en estos casos, "las restricciones al acceso a las canchas" de los responsables pero las sanciones sobre los estadios las decide el gobierno provincial".

No obstante, aconsejó: "Hay que ser muy duros con los que hacen este tipo de cosas, sean miembros de la comisión directiva o barrabravas".

Por eso los canayas son señalados en Buenos Aires para que se les aplique una dura sanción por el intento de exhibición del ataúd amarillo con la inscripción "Macri". El mismo fue secuestrado por la policía en la requisa del estadio previa al encuentro con Godoy Cruz.

La secretaría de Seguridad en Espectáculo Futbolísticos reclamó a AFA y la secretaría de Seguridad de la provincia la clausura del Gigante. Pero lo que se evalúa es que el equipo de Leo Fernández juegue sin público.

Anoche la dirigencia de Central no creía en que prospere una clausura sobre el estadio. La dirigencia elabora su defensa en el hecho de que el operativo de seguridad contratado por la institución detectó los ataúdes y por eso los mismos no fueron exhibidos por la hinchada. "El partido no se interrumpió, se desarrolló con normalidad", sostuvo un colaborador de la dirigencia.

Lo que compromete a los directivos es que uno de los cuatro socios que participaron en la elaboración de los cajones es el vocal suplente Diego Méndez. Otros dos hinchas identificados no son directivos pero asumen tareas no remuneradas en diferentes áreas de la institución.

Si bien se vinculó a la barrabrava canaya la autoría de la construcción de los ataúdes, estos socios no forman parte de la barra que lidera Andrés "Pillín" Bracamonte. Aunque la sola participación de un vocal suplente en el escándalo expone a Central a una sanción económica por parte de AFA que supera los 600 mil pesos. "El Gigante no se va a clausurar, quizá tengamos que jugar sin público algún partido", asumió un directivo.