“Resulta necesario dar por finalizadas las funciones como Representante Especial para la Promoción de la Cultura Argentina al señor D. Darío Eduardo Lopérfido”, dice el decreto 175/2018, publicado ayer en el Boletín Oficial con las firmas del presidente Mauricio Macri y el canciller Jorge Faurie. De esta manera se dio por terminado el trabajo de Lopérfido como agregado cultural en Berlín, a poco menos de un año de su designación y luego de que el repudio generalizado a sus declaraciones negacionistas lo obligara a abandonar la gestión pública en la Ciudad de Buenos Aires. Según declaró, el ex director del Teatro Colón y ex ministro de Cultura porteño no volverá a la argentina y continuará con la actividad privada en Europa. El fin de su tarea se hará efectiva en 45 días. Cobraba 13.252 dólares brutos, más 39.750 dólares que cobró por única vez en concepto de flete por su traslado a Europa.
Desde el 24 de abril del año pasado, Lopérfido tuvo la categoría de “ministro plenipotenciario de segunda clase, al sólo efecto protocolar” en la representación diplomática argentina de la capital alemana. La semana pasada se hizo pública su separación con Esmeralda Mitre, hija de uno de los dueños del diario La Nación, y ayer se oficializó que deberá abandonar la embajada a la que había sido enviado para alejarlo del escándalo que generaron sus declaraciones negacionistas.
En enero de 2016, cuando estaba estrenando su cargo de ministro de Cultura porteño, Lopérfido dijo que la cifra de 30 mil desaparecidos era “una mentira que se construyó en una mesa para obtener subsidios por parte de los familiares de las víctimas”. Las declaraciones negacionistas suscitaron el rechazo de todo el arco opositor, de personalidades y colectivos culturales y de los organismos de derechos humanos. El funcionario dejó su cargo como ministro, pero quiso mantenerse como director del Teatro Colón, al que finalmente debió renunciar por los repudios en su contra.
Como salida, el macrismo lo envió a Berlín, donde no se animó a opinar públicamente sobre si efectivamente fueron seis millones los judíos asesinados durante el nazismo.
Según trascendió, el jefe de Gabinete Marcos Peña y el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo, le ofrecieron un nuevo cargo en Buenos Aires pero Lopérfido no aceptó. “Sigo siendo adherente del gobierno y lo apoyo. Pero no es un gran momento para la libertad intelectual, en ningún lugar del mundo. A mi me gusta ejercerla, y para eso es mejor estar fuera del gobierno”, dijo en declaraciones al diario La Nación.
“Me voy conforme; voy a seguir residiendo en Berlín, no voy a volver a Buenos Aires, porque al estar vinculándome a muchas cuestiones de la actividad privada de la ópera Berlín es una ciudad muy interesante. Solo iré a Buenos Aires para dirigir la obra”, afirmó respecto de la ópera Lulú que estrenará en el Teatro Avenida.