Más de la mitad de los estadounidenses no comparte las afirmaciones de su presidente, Donald Trump, sobre que una guerra comercial sería “buena” y “fácil de ganar” para su país, según una encuesta de la Universidad Quinnipiac publicada ayer. El 64 por ciento de los encuestados, en edad de voto, aseguró no estar de acuerdo con las declaraciones del mandatario, dichas tras su anuncio de que impondría aranceles a las importaciones de acero y aluminio, lo que produjo un gran revuelo en Washington.
“Cuando un país (Estados Unidos) está perdiendo muchos miles de millones de dólares en comercio con virtualmente cada país con el que hace negocios, las guerras comerciales son buenas, y fáciles de ganar”, dijo Trump el pasado viernes en su cuenta de Twitter. Sin embargo, la oposición a la medida abanderada por el magnate no es tan elevada y solo el 50 por ciento manifiesta su desaprobación, mientras que quienes secundan la decisión de Trump suponen el 31 por ciento. Cuando se añade el condicionante de que los aranceles elevarían los precios, la oposición crece y se eleva hasta el 59 por ciento, según informó la universidad.
Los votantes republicanos son el único grupo en el que más de la mitad apoya los aranceles del presidente, con un 58 por ciento, cuando solo un 20 por ciento de los conservadores se muestran en contra. También logra más votantes a favor que en contra entre los votantes de raza blanca y sin estudios superiores, entre los que el 42 por ciento está a favor de la medida proteccionista y un 40 por ciento en contra.
Sobre los efectos que pudiera tener la imposición de aranceles, el 26 por ciento de los entrevistados considera que serán buenos para el empleo en el país, mientras que un 36 opina lo contrario y el 24, que no tendrá incidencia en este ámbito. En términos generales, los estadounidenses desaprueban la forma de Donald Trump de gestionar el comercio, con un 54 por ciento, mientras que un 34 por ciento secunda sus métodos.
Además de los impuestos comerciales, el sondeo preguntó por el debate sobre el control de armas de fuego tras la masacre en un colegio de Florida, donde murieron 17 personas hace unas semanas.
El 60 por ciento afirma que la Asociación Nacional del Rifle (NRA) tiene “demasiado” poder sobre los políticos, mientras que el 7 por ciento echa en falta un mayor poder por parte del grupo de presión.