“No son casos de corrupción. No hay nada raro”, expresó ayer el jefe de Gabinete, Marcos Peña, al defender a los funcionarios investigados y denunciados por sus operaciones offshore. “No es un contrasentido ético sino que tiene que ver con su historia profesional previa y tiene mucho para aportar en la AFIP”, consideró Peña al ser consultado por las inversiones realizadas en un fondo de inversión de las Islas Caimán realizadas por el flamante titular del organismo recaudador, Leandro Cuccioli.
La defensa cerrada del funcionario incluyó a Luis Caputo de Finanzas y Gustavo Arribas de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) pero omitió mencionar al desplazado subsecretario general de la Presidencia, Valentín Díaz Gilligan. “Estamos trabajando para alcanzar el objetivo. Pero la meta del 15 por ciento no es un pronóstico, es una orientación de la inflación hacia la baja”, indicó el funcionario durante la entrevista radial donde aseguró que “el dólar no es una variable de crisis en Argentina”.
Los flujos financieros ilícitos tienen como protagonistas las grandes empresas y sus dueños. La organización Global Financial Integrity estima que los actores privados explican el 63 por ciento de las maniobras abusivas canalizadas a través de la red global servicios financieros offshore. Esa radiografía ofrece una explicación posible para extendida presencia de funcionarios jerárquicos del gobierno de Mauricio Macri en las megafiltraciones. Uno de cada tres miembros del gabinete inicial de Cambiemos provino del sector privado. A los funcionarios mencionados por Peña se suman las presencias del propio presidente Macri y el ministro de Energía, Juan José Aranguren.
“En el caso Caputo no hay nada raro, en el caso Arribas no hay nada raro, en el caso Cuccioli no hay nada raro, en el caso de Triaca se aclaró rápidamente y pidió disculpas por lo que fue un error”, afirmó el jefe de Gabinete que también sumó a su racconto al ministro de Trabajo denunciado por contratar de manera precaria a una trabajadora. “Salvo el caso de Triaca que fue una discusión en su función, todos los demás es previo a la función pública”, enfatizó Peña.
“Confiamos en el Banco Central que tiene la tarea de cuidar la moneda y que en ciertos casos, cuando haya una distorsión especulativa, puede llegar a realizar alguna intervención”, afirmó Peña al referirse a la venta de reservas realizadas por la autoridad monetaria para aplacar las presiones sobre la cotización del dólar.