Tras el paro de 48 horas en las escuelas públicas, que concluyó ayer, el Gobierno dio señales de que va a un largo conflicto con los maestros. El ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, aseguró que “más de la mitad de los docentes trabajó” durante la medida de fuerza, negando la multitudinaria marcha que los docentes realizaron el lunes y la respuesta lograda por la Ctera. Al mismo tiempo, desde la provincia de Buenos Aires –distrito que Cambiemos usa como el escenario principal de las negociaciones paritarias–, el ministro de Economía, Hernán Lacunza, dijo que “no hay dinero para hacer una oferta superior” al 15 por ciento. Las negociaciones salariales serán retomadas así, sin muestras de apuro por llegar a un acuerdo. El gobierno porteño convocó a los maestros del distrito para continuar hoy la paritaria, pero también hizo saber que mantendrá su oferta en el 12 por ciento, con algunos adicionales por título y capacitación.
“El Gobierno está aplicando una política económica de tanta presión salarial a la baja que es inviable”, señaló a PáginaI12 Eduardo López, titular de la UTE, el sindicato docente mayoritario en Capital. “Es inviable en números concretos: el poder adquisitivo de los salarios docentes cayó en los últimos dos años entre 1300 y 1600 pesos, como demostró un análisis del Cippec”. El dirigente se preguntó si la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, “que nos tilda de kirchneristas por no firmar un acuerdo a la baja, va a considerar también kirchnerista a Miguel Braun o Nicolás Ducoté”. Aludió así a que los dos ex directores del Cippec son parte de la administración de Cambiemos, Braun como secretario de Comercio y Ducoté como intendente de Pilar.
El segundo día del paro nacional docente avanzó en medio de una polémica entre los gremios y el Gobierno sobre sus niveles de adhesión. La Ctera señaló que la huelga mantuvo un alto acatamiento, del 85 por ciento. Desde las provincias que gobierna el macrismo, los funcionarios aseguraron en cambió que el paro fue flojo y que el martes la adhesión cayó. Por ejemplo, en la Ciudad de Buenos Aires, la administración de Horacio Rodríguez Larreta estimó que ayer no dio clases el 36 por ciento de los maestros. En la provincia de Buenos Aires, fuentes de la gobernación aseguraron que ayer la adhesión al paro cayó diez puntos, de 47 al 37 por ciento.
Es claro que Cambiemos está jugando fuerte a restarles apoyo social a los gremios docentes. Parte de la estrategia es instalar, en este marco, la idea de que los dirigentes que encabezan el conflicto “hacen política partidaria con la educación” o buscan “mantener sus privilegios”, para citarlo en los términos del ministro Finocchiaro.
En la provincia de Buenos Aires, los docentes se movilizaron ayer junto a los estatales de ATE y otros gremios de la CTA en reclamo de una paritaria sin techo. La marcha cerró con un acto frente a la gobernación. “Hoy desde esta plaza quiero repudiar los dichos de la gobernadora Vidal, que quiso hacer cargo a docentes y estatales de la crisis del modelo educativo”, dijo Oscar De Isasi, el titular de ATE bonaerense.
Entre los 17 distritos donde las paritarias docentes están irresueltas hay situaciones muy trabadas. En Jujuy, por ejemplo, la gobernación de Gerardo Morales, tras ofrecer un 5 por ciento de aumento para el año, dictó una conciliación obligatoria para impedir los paros. Como los docentes la desconocieron, ahora se prepara a pedir al Ministerio de Trabajo que les quite la personería gremial a dos sindicatos. Así lo anticipó el ministro de Trabajo de Jujuy, Jorge Cabana Fusz, que aseguró que elevará un informe a la cartera de Jorge Triaca para que se apliquen sanciones a la Asociación de Educadores Provinciales (Adep) y el Centro de Docentes de Enseñanza Media y Superior (Cedems). En la cédula de notificación enviada a los dirigentes, la provincia les advirtió que entre las sanciones previstas para los sindicatos está la aplicación “de multas por el 50 por ciento del valor mensual del salario mínimo, vital y móvil por cada trabajador afectado”.