–Si vuelven a tratar de tocar los fondos provinciales, les inicio juicio.
–Hacé el juicio que quieras, pero si salía el otro proyecto tenías mil millones menos.
El intercambio entre el gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, fue uno de los pocos momentos álgidos de la reunión entre los mandatarios provinciales y el Gobierno nacional por la reforma del impuesto a las Ganancias. La mayoría se relajaron cuando escucharon que la propuesta del oficialismo incluía un costo mínimo para las provincias. Era la zanahoria después del garrote que prometieron aplicar si se aprobaba el proyecto opositor, con recortes de fondos. La convocatoria tuvo asistencia casi perfecta: sólo faltaron tres mandatarios. Con el acuerdo con la CGT y los gobernadores cerrado, el oficialismo confía que la pesadilla de Ganancias está llegando a su fin.
Ya sea que fueron impulsados por las advertencias oficiales del recorte de ATN y de obras públicas si se aprobaba el proyecto opositor, o bien por un interés común con el macrismo en no perder ingresos por la parte coparticipable de Ganancias, lo cierto es que los gobernadores fueron clave la semana pasada para frenar el proyecto opositor que marchaba a ser aprobado en el Senado. El martes consiguieron poner en stand by la iniciativa y Miguel Pichetto dio una semana de plazo para consensuar un nuevo proyecto.
Le siguió una extensa y ardua negociación con la CGT, en la cual el oficialismo primero se mostró más inflexible, pero luego terminó cediendo a casi todo lo que le pedían. Esto terminó con un acuerdo anteayer con los gremialistas. Después de eso, se suponía que los mandatarios provinciales no serían un escollo. Menos los legisladores que les responden.
Ayer por la mañana, Frigerio fue el encargado de recibirlos en Casa Rosada, junto al ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay; el titular de la AFIP, Alberto Abad y el coordinador del Gabinete Mario Quintana. Sólo faltaron tres: Carlos Verna, de La Pampa, quien nunca confirmó que iría; Gildo Insfrán, de Formosa, que faltó sin aviso, y el salteño Juan Manuel Urtubey, quien se encontraba enfermo y mandó a su vice. Les explicó que una parte del bache de Ganancias el Gobierno nacional lo cubrirá con ATN a lo que se sumarían 6 mil millones de pesos de un nuevo impuesto al juego.
En la reunión, Frigerio tuvo un cruce con Rodríguez Saá por los fondos provinciales y recibió reclamos de la gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner, quien advirtió que está en dificultades para pagar sueldos y aguinaldos y reclamó que le vuelvan a atender el teléfono. Kirchner remarcó que su provincia necesita ayuda del Gobierno nacional, según se ocuparon luego de difundir los macristas presentes. La gobernadora de Santa Cruz se fue sin promesas de ayuda.
Otros gobernadores se mostraron conformes con la salida que encontró el Gobierno e incluso algunos de ellos posaron para un video que difundió la cuenta oficial de Casa Rosada: “Es un acuerdo que deja conforme a todas las partes. Por un lado al Gobierno nacional porque puede mostrar previsibilidad hacia el exterior del país y a las provincias porque prácticamente no tenemos impacto en nuestra transferencia de impuestos y a los trabajadores porque mejorar sus ingresos”, indicó allí el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilnek. “Hemos podido alcanzar un gran acuerdo que ha significado potenciar el salario real”, sostuvo Sergio Uñac, de San Juan.
La gobernadora de Tierra del Fuego, Rosana Bertone, aseguró: “Estamos en un punto de equilibrio en el que los trabajadores puedan tener mejor calidad en su salario pero que las provincias no perdamos”. El cordobés Juan Schiaretti cerraba la comitiva: “Lo importante que hoy ha sucedido es que el país vuelve a la racionalidad y la gobernabilidad”.
Por su parte, Frigerio elogió “el compromiso y la responsabilidad de los gobernadores con este tema en un momento en el cual la situación era difícil”. “La gran mayoría de los gobernadores nos ayudó a parar la pelota para volver a pensar este tema y reencauzarlo”, indicó.
En el sector negociador del Gobierno destacaron la vuelta de tuerca sobre Ganancias como “un logro de la política”, en un claro mensaje a los CEOs. También indicaron que tiene un “costo fiscal muy bajo. Son 6.700 millones. El anterior proyecto implicaba 28 mil millones y este, 33.700 millones. La sacamos bastante barata”. En el Ministerio del Interior, en particular, consideraron que la crisis de las últimas semanas los ayudó a consolidar una alianza con los gobernadores o, por lo menos, con una liga de gobernadores afines al oficialismo. Se trata del Grupo Savoy, por el hotel donde se reunieron los gobernadores a delinear una estrategia común. Su referente es Urtubey.
Frigerio aseguró que la iniciativa ayudará a corregir “las distorsiones que se generaron en los últimos años” y se mostró confiado en que será “ley antes de fin de año. Queremos cerrar esto el miércoles en el Senado y que los trabajadores alcanzados por Ganancias vean un cambio antes de fin de año”. Prat-Gay, por su parte, advirtió que no se hicieron más deducciones al impuesto a las Ganancias porque “la frazada es corta”.