Reducir a cero los pagos de intereses y capital de la deuda entre 2020 y 2022 para recuperar el crecimiento económico y así garantizar la capacidad de repago a los acreedores. La sugerencia la hace el economista Martín Guzmán. “Cada dólar que se pague de deuda es más recesión. Si Argentina no sale de esa espiral recesiva no puede pagar sus deudas, intentar generar espacio para pagar la deuda con más ajuste fiscal implica una crisis más profunda, mayor estallido social y pérdida de legitimidad”, explica el experto en deuda, crisis y defaults al advertir que no será una negociación sencilla.
Guzmán es investigador de la Universidad de Columbia, colaborador cercano del Premio Nobel Joseph Stiglitz y en los últimos meses devino en un experto de consulta para distintos miembros del próximo gobierno como el diputado electo Sergio Massa, el economista Matías Kulfas y el gobernador tucumano, Juan Manzur. “Para salir de la crisis hay que cambiar las políticas y para eso el Estado necesita un poco de aire que es lo que hoy no tiene. Para tener espacio hay que resolver el problema de la deuda”, expresó el economista durante una entrevista con AM 530 y Radio Cítrica. Guzmán propone además no recibir más desembolsos del Fondo Monetario Internacional, ni siquiera los postergados 5400 millones de dólares, para librarse de las condicionalidades y exigencias del organismo.
“No estamos en el 2001, pero esta crisis macroeconómica no es fácil de resolver. Es muy importante salir bien y rápido para no caer en otra situación como la que se vivió al final de la convertibilidad. Los países que tienen situaciones problemáticas de deuda y se dejan estar, sin animarse a jugar el partido, terminan con recesiones más largas, más pobreza, más desempleo y con crisis de deuda más profunda”, advirtió Guzmán durante la entrevista en el programa Siempre es Hoy. “Argentina debe lograr no tener que realizar pagos de deuda del capital y los intereses en 2020, 2021 y, posiblemente, en 2022. No es algo utópico. Requiere un reperfilamiento que no sólo sea patear los vencimientos de capital sino también los intereses. Cada dólar que se pague de deuda es más recesión para Argentina. De dónde sale eso: más ajuste fiscal que es más sufrimiento para las empresas y, para la gente, menos demanda”, precisó el experto y docente de la Universidad de Columbia.
Consultado sobre las dificultades para lograr la adhesión de los distintos tenedores de la deuda argentina, Guzmán remarcó que “hay riesgos que los acreedores no acepten pero nadie quiere un default. Argentina necesita generar capacidad de repago. Como dijo Néstor Kirchner: los muertos no pagan las deudas. Si Argentina no sale de la espiral recesiva no puede pagar sus deudas. Aceptarían porque saben que si el país no se recupera no van a cobrar”
El camino para estabilizar la deuda, indica Guzmán, está vinculado a generar excedentes fiscales y comerciales que no provengan de un ajuste en el consumo interno como el implementado durante la gestión de Mauricio Macri: “Argentina, para poder estabilizar la deuda, tiene que generar superávits pero el punto es cómo se llega. Haciendo un déficit fiscal fuerte es el final: crisis más profunda, mayor estallido social, pérdida de legitimidad y tampoco se va a poder pagar la deuda. Un país que no genera recursos no puede hacer frente a sus compromisos. El gobierno de Alberto Fernández tiene cartas para presentarles a los acreedores. No es sencillo pero hay que jugar el partido. Si no es apostar a un golpe de suerte y eso no tiene sentido”.
Durante la conversación con el programa que conduce Daniel Tognetti, el economista remarcó la necesidad de impulsar “un proyecto de país que no sea rehén de los mercados financieros internacionales y condicionado por el FMI”. La contrapropuesta de Guzmán consiste en un proyecto popular pero “consistente” en materia fiscal y comercial. “Hay que hacer otras políticas y, para eso, el Estado necesita un poco de aire que es lo que hoy no tiene. Para lograr ese espacio hay que resolver el tema de la carga de la deuda que enfrenta Argentina en los próximos años. No se puede enfrentar semejante carga”, sostuvo Guzmán.