Por F. L.

Marie Orensanz presenta en el Museo Nacional de Bellas Artes la videoinstalación “Esperando una nueva primavera”, donde se combina la proyección de video con una especie de móvil, hecho con una serie de taladros manuales.
A su vez, la proyección aparece como la sombra de ese extraño móvil hecho de herramientas antiguas. En el video, los instrumentos se ven como marionetas que bailan al son de una canción infantil (casi una letanía), en la que los niños, en francés y castellano, recitan frases felices: “El campo es verde, el cielo es azul, los niños juegan, el mundo es feliz... La vida moderna, no hay nada mejor, cantamos, reímos y todo es confort”.
El choque entre lo que se ve y lo que se oye genera el primer contraste fuerte. La felicidad enunciada no sería tal. Hay una nostalgia que podría pensarse como feroz, dado que en el lugar de las marionetas la artista colocó agudos taladros usados. Dos de esos taladros manuales lucen la palabra “Vaciado”, que alude a la función específica de esa herramienta y a una crítica sobre el vaciado de sentido de aquello que se enuncia en la canción. Lo que el artista rescata particularmente es el mundo del trabajo obrero y de los oficios en extinción. Expuestas en la sede del Bellas Artes, las herramientas pasan a convertirse, literalmente, en piezas de museo. Junto con la evocación de un mundo laboral agónico, se establece una arqueología melancólica y reivindicativa del trabajo manual.
Al acceder a la instalación, una pared muestra las frases de la canción, ploteadas en la pared, mientras que en la pared de enfrente cuelga un cuadro de la artista –un acrílico pintado hace treinta años– que oficia de causa y puente del título de la muestra: “Esperando una nueva primavera”. Es común que la artista remita su obra actual a su producción histórica y la confronte, porque en esa confrontación aparece un valor clave para Orensanz: la coherencia. Así, la artista continúa reflexionando, desde sus propuestas conceptuales, acerca de los procesos sociales y políticos, sobre la condensación del tiempo que huye a medida que se avanza y se crece. (Museo Nacional de Bellas Artes, Libertador 1473, hasta fin de mes.)