Lo están logrando. Quieren que nos matemos entre nosotros. La exaltación mediática de los crímenes, las divas exacerbadas y los rabinos justicieros (léase Sergio Bergman) no son casualidad. Lomas del Mirador es un barrio de gente obrera, pasé mi infancia en él. No hay grandes casas, ni ostentación alguna. Pero también hay mucha gente excluida, villas miseria y extrema pobreza. Pibes a los que les inculcaron que su propia vida no vale nada. ¿Por qué la del otro tiene que valer algo entonces? Ultimamente estuve escuchando cosas que creía superadas entre los argentinos: “Déjense de joder con los derechos humanos”, “Parece que las únicas madres que importan son las de Plaza de Mayo” o “En cuanto mueran dos o tres delincuentes, los demás se van a asustar”. Algunos les preguntan a la madre o hermana de alguna víctima idioteces como qué siente, qué opinan de la pena de muerte o si no creen que su hijo o hermano también tenían derechos humanos. Sacar al aire televisivo o radial a madres que perdieron hace menos de 24 horas a sus hijos demuestra el tenor de las declaraciones que buscan los medios, para que después inoperantes como De Narváez, Carrió y compañía se hagan eco bajo la excusa de que “lo está pidiendo la gente”. Estemos atentos: no dejemos que el miedo nos paralice, no nos dejemos manipular.

Silvina Lico

DNI 25.797.425