El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, recibió ayer en la Casa Blanca al ministro de Asuntos Exteriores chino, Yang Jiechi, para tratar temas, sobre todo de economía, y mencionar el incidente que enfrentó a barcos chinos y estadounidenses. La reunión pone de relieve la importancia que Estados Unidos adjudica a la potencia asiática. Es muy poco usual que los presidentes reciban a los ministros de Exteriores, una tarea que normalmente queda reservada al secretario de Estado o al consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.

Antes de acudir al Despacho Oval, Yang se había reunido con la secretaria de Estado, Hillary Clinton, con quien el miércoles acordó la necesidad de reducir las tensiones y que no se repita el incidente naval.

La marina de Estados Unidos envió un destructor para escoltar al “USNS Impeccable”, un caza submarino que fue enfrentado por barcos chinos el fin de semana pasado, dijo un funcionario de defensa ayer. Yang, en comentarios antes de su reunión en la Casa Blanca, no aludió al incidente naval. Pidió un nivel de cooperación más “ancho y profundo” entre Estados Unidos y China para tratar enfrentamientos nucleares con Irán y Corea del Norte, cambio climático, comercio y temas económicos y una serie de lugares conflictivos en el mundo.

“La confrontación duele en ambos lados”, dijo Yang en un discurso en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, un think tank. Los dos países, dijo, deberían “dividir las diferencias” que no pueden ser resueltas inmediatamente y enfocarse en la cooperación.

La Casa Blanca dijo que Obama y Yang también hablaron sobre la crisis financiera internacional, Corea del Norte y Darfur. Yang también se reunió con el asesor de seguridad nacional de Obama, James Jones, un ex general del Marine Corps de Estados Unidos. Jones, dijo la Casa Blanca, también tocó el tema de la confrontación.

Según el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, el presidente estadounidense tratará la crisis económica global y “el incidente que ha implicado a los barcos de los dos países”. El incidente, aseguró el portavoz, “no ensombrecerá” la conversación, pero “el presidente seguirá dejando clara la posición de nuestro país”.

Según indicó el lunes el Pentágono, cinco barcos chinos hostigaron a un buque cazasubmarinos de la Marina estadounidense, el “Impeccable”, en aguas internacionales para forzarlo a abandonar el área en la que se encontraba. Las autoridades estadounidenses se quejaron formalmente ante el gobierno chino en Beijing y con su embajada en Washington.

En un comunicado, el Departamento de Defensa dijo que los barcos chinos “siguieron y realizaron maniobras agresivas en proximidad peligrosa” al “Impeccable”, que llevaba a cabo “operaciones rutinarias” de vigilancia marina. El martes, China emitió una “protesta oficial” ante Estados Unidos, considerando “ilegales” las maniobras navales estadounidenses en la zona. El incidente tuvo lugar el domingo en aguas internacionales del Mar del Sur de China, a unos 120 kilómetros al sur de la Isla Hainan.

Según el director de Inteligencia estadounidense, Dennis Blair, este incidente militar es el más grave entre ambos países desde 2001, cuando a comienzos del gobierno de Bush un caza chino y un avión espía estadounidense chocaron en vuelo.