Como bien dice Sandra Russo, los represores aún están entre nosotros y a pesar de las manifestaciones para que aparezcan con vida estas personas desaparecidas en democracia, seguimos siendo pocos, muy pocos, a pesar de los muchos que nos manifestamos. El pasado no se fue. Sigue vigente mientras miles de chicos, hoy adultos, no están aún con sus familias. Y los represores siguen cometiendo su delito, una y otra vez. Me pregunto, ante la gravedad que la desaparición de dos personas implica, dónde está la clase política de nuestro país. Iluso de mí, me hubiese gustado ver a los futuros candidatos a Presidente levantando su voz para defender la vida de estas dos personas. Esto ya no tiene que ver con una cuestión partidaria y deberían darse cuenta, alguna vez, de que es por todos que debemos exigir justicia y verdad. Jorge Julio López aún se encuentra desaparecido. Aún están a tiempo.

Miguel Romio

DNI Nº 17.278.597