Nos dirigimos en referencia a la nota del domingo 4 de febrero, bajo el título “El paco y la muerte”, donde se realiza una crónica de la vida de jóvenes adictos de un barrio de San Fernando. Compartimos la importancia de dar visibilidad a estas situaciones sociales y promover la expresión de los sectores más excluidos y desprotegidos de nuestra sociedad. El consumo de drogas es el emergente más dramático de la acumulación histórica de situaciones de exclusión, como consecuencia de la fragmentación social y el abandono del Estado. Desde el municipio, hace años que venimos advirtiendo sobre el agravamiento de esta problemática y exigiendo mayor intervención de la Justicia y los organismos de control. La vivienda y el reordenamiento urbano de los barrios más humildes son una política central para que haya una sola ciudad, sin ghettos, con accesibilidad, servicios básicos y equipamiento comunitario. En los barrios mencionados, el centro de salud es referencia ineludible del municipio, sumado al centro educativo municipal, un centro comunitario dedicado a la formación en oficios, más la red de apoyos escolares gestionada con sociedades de fomento. Hace años que el municipio definió políticas para los jóvenes, con el objetivo de generar condiciones para que puedan desarrollar sus proyectos de vida. Con las escuelas y entidades intermedias desarrollamos los Parlamentos Juveniles para apoyar sus iniciativas y proyectos. A través del deporte y la cultura encontramos la forma de relacionarnos con los jóvenes “de las esquinas” y vincularlos con servicios de salud, educación y recreación. En nuestra ciudad estamos promoviendo un plan de acción sobre la problemática de las adicciones. Nos proponemos los siguientes objetivos: trabajar sobre las causas del consumo, reforzar la atención de los consumidores y limitar el acceso al alcohol y otras drogas. Sabemos que esto no alcanza, la falta de expectativas y proyectos de las nuevas generaciones nos cuestiona como sociedad capaz de sobrevivir y trascender; éste no es un problema de un barrio, o de un grupo social, está presente de manera más o menos visible en todos los sectores, y se expresa con crudeza en todas las grandes metrópolis. Necesitamos de la confluencia y del compromiso de todos los niveles del Estado y actores sociales. Sólo será posible superarlo si como Nación y como pueblo construimos una nueva cultura de relaciones sociales basada en el ser y no en el tener.

Pablo Ariel Pais

Subsecretario de Recursos Humanos, Municipalidad de San Fernando.