1. Macintosh

Como en 1984

Fue la primera computadora personal íntegramente diseñada con una interfaz gráfica para los usuarios (GUI), cuando hasta ese momento las computadoras tenían sólo líneas de comandos. Aunque inicialmente Steve Jobs había trabajado en el proyecto Lisa de Apple, fue echado durante una trifulca y comenzó a trabajar en Macintosh. Lisa ganó la pelea interna de Apple en 1983, y fue la primera computadora personal con interfaz gráfica, pero la verdadera revolución vendría un año después, a comienzos de 1984. El comercial fue dirigido por Ridley Scott y salió al aire en el tercer cuarto del Super Bowl el 22 de enero de ese año. Es una obra maestra del marketing que decía algo como “para que 1984 no sea como 1984”. Si bien se le concede a la primera Macintosh haber redefinido el concepto de computadoras de escritorio y la inclusión del mouse, las buenas ventas iniciales cayeron en desgracia por los pocos juegos y aplicaciones disponibles. En esos años, Apple comenzó a consolidar su imagen de empresa potente, fuertemente vinculada con el diseño e intuitiva. Sin embargo, durante fines de los ’80 y toda la década del ’90, el mundo de las computadoras personales iba a estar monopolizado por las PC y Microsoft Windows. En 1985, apenas un año después, el directorio de Apple decidió contener a Steve Jobs al mando del CEO John Sculley, y Jobs terminó renunciando para fundar NeXT, la empresa que terminaría siendo Pixar. Durante más de diez años, el mundo Macintosh estuvo fuertemente ligado al diseño gráfico gracias a programas como LaserWriter, QuarkPress, Page Maker y Photoshop. De allí saldría una larga línea de computadoras Macintosh, mientras el mundo parecía sumirse a Microsoft.

2. iMac

El reinicio de Apple

Puede considerarse a la iMac G3 azul y traslúcida como el retorno de Apple a una etapa de prosperidad. Jobs había vuelto a su empresa un año antes (de un modo muy particular, ya que Apple había comprado la empresa que él había creado NeXT) y propuso el nombre de iMac para un diseño innovador que iba a ser liderado por Jonathan Ive, quien luego diseñaría el iPod y el iPhone: apostó por el usb, el CD y decretó en 1998 el fin de las disqueteras. Vendió 800 mil unidades en 140 días, le hizo ganar a Apple 309 millones de dólares. Pero tampoco fue verdaderamente exitosa con relación al mercado mundial. Su aporte más valioso fue su apuesta al diseño y rápidamente a incorporar una grabadora de CD, la primera integrada a un solo aparato. El iTunes como reproductor de música fue vendido inicialmente como “Rix, Mix, Burn”, lo que fue visto como una invitación a la copia no legal. De cualquier modo, eran años iniciáticos para la era de Internet, en donde ésta “invitación” quedaría obsoleta con la posibilidad de enviar y recibir archivos instantáneamente a todo el mundo. Daría el inicio a una serie de líneas de computadoras modernas junto a las MacBook Pro y las MacBook Air.

3. iPod

Revolución de los Pods

Se puede decir que el iPod cambió el negocio de la música, pero es inevitable asociarlo a iTunes, una plataforma de venta musical que nunca funcionó en la Argentina debido a cuestiones de derechos de autor. Al iPod Classic se le suman el Shuffle, Touch y Nano. En 2003 se creó el iTunes Store que permitía bajar música por casi un dólar por canción. Actualmente tiene miles de millones de canciones bajadas desde allí. El objetivo era poner “mil canciones” en el bolsillo, lo cual evidentemente se logró en un año de investigación. Está claro que el modelo de negocio musical vino a salvar a la industria, pero éste ha sido fuertemente criticado por su sistema cerrado, que no permite mover fácilmente la música entre diferentes tipos de computadoras. El nombre de “Pod” está basado en una frase encontrada en la película 2001: Odisea en el espacio. Pero el nombre había sido registrado con anterioridad, con lo cual Apple tuvo que comprarlo.

4. iPhone

Conexión permanente

Una revolución que incluye tres revoluciones: tecnología touch, teléfono inteligente e Internet en un solo aparato. Lleva cuatro versiones disponibles hasta el momento y un ecosistema de aplicaciones desarrolladas para el iPhone que ronda las 500 mil. El iPhone fue tal vez la mejor revolución de Apple desde su creación, ya que incluyó un concepto nuevo para la telefonía mundial, resignificó la idea de teléfonos inteligentes y se convirtió en un éxito en ventas que lo mantiene como líder de ventas en cuanto a hardware, pero ha sido superado por Android en cantidad de dispositivos, si se tiene en cuenta el sistema operativo. Gran parte de su éxito comercial tiene que ver con –además de haber sido el primero, claro– los acuerdos de venta con un operador móvil en Estados Unidos por dos años, bajando sustancialmente los precios posibles de mercado. Como todo en el mundo Apple, el iPhone funciona muy bien relacionado con otros productos Apple o en tal caso a través de iTunes, sincronizando aplicaciones y funciones. Ha sido fuertemente criticado por las comunidades de desarrolladores por impedir la inclusión de aplicaciones de terceros, y finalmente la Justicia estadounidense declaró que “liberar” (jailbreak) los teléfonos u otros dispositivos Apple no podía considerarse ilegal. Hay un antes y un después del iPhone en la tecnología móvil, y toda la industria móvil actual está inspirada en ese artefacto. En la Argentina, los precios son excesivamente más altos que en Estados Unidos, no sólo por las actuales restricciones sino también por la magra política de Apple en relación con el tercer mundo.

5. iPad

La vuelta del tabloide

El iPad fue pionero en el concepto de “tableta” electrónica. Salió al mercado en 2009 y desde entonces ha liderado el negocio de las tabletas, muy por delante de sus competidores no sólo por haber sido el primero sino porque cambió su política de precios con respecto al resto de sus productos. Básicamente, el iPad es una tableta de diez pulgadas que permite leer, escuchar música, navegar por Internet, jugar y cualquier otra acción que incluya la tecnología móvil, el uso de Internet y en algunos casos el uso de gps. Es visto por muchos como una posible salvación a la industria del diseño gráfico, ya que también ofrece un modelo de negocio para diarios y revistas, a un módico precio del 30 por ciento de los costos de ventas. Eso ha sido denunciado como excesivo por las corporaciones mediáticas, pero su política de bajos precios lo ha convertido en un standard difícil de superar.