CIENCIA › DIáLOGO CON CATALINA ALBA, INVESTIGADORA DEL INSTITUTO DE INVESTIGACIONES MéDICAS DEL CONICET-UBA
› Por Leonardo Moledo
–Estamos en el Instituto de Investigaciones Médicas del Conicet-UBA.
–Sí.
–Y aquí hay diferentes líneas de investigación.
–Efectivamente. Yo soy investigadora del Conicet y tengo acá, en este instituto, un pequeño grupo de investigación.
–¿Y en qué trabajan?
–Estudiamos la respuesta inmune contra el Trypanozoma cruzi, que es el causante de la enfermedad de Chagas.
–¿Y en qué anda esa historia? Porque es algo que se está investigando hace muchísimo.
–Por un lado, me parece que eso tiene que ver con que, al ser un parásito endémico de países latinoamericanos subdesarrollados, se estudia con recursos un poco limitados. Pero además es un parásito mucho más complejo que otros parásitos, como por ejemplo el que provoca la malaria. Entonces muchas de las cosas que pueden ser paradigmáticas en otras en este caso terminan siendo un “ni”.
–¿Por ejemplo?
–Por ejemplo... En inmunología uno se maneja con ciertos paradigmas de la respuesta que se hace contra un patógeno intracelular y de la respuesta que se da frente a un patógeno extracelular, que suelen ser distintas. Acá sucede que como es un patógeno que tiene formas intracelulares y otras extracelulares, resulta más complejo, porque la respuesta inmunológica tiene que ser combinada. Al mismo tiempo, como es un parásito que no produce enfermedad en todas las personas sino infección persistente, o de hecho la presentación clínica varía entre las personas... digamos, una persona que se infecta permanece infectada durante toda la vida. De 100 personas que se infectan, 70 no van a tener ninguna sintomatología y un 30 por ciento en la etapa crónica van a tener o bien una enfermedad cardíaca, o bien una enfermedad digestiva. Eso hace que uno no sepa si eso tiene que ver con factores propios del hospedador o de la cepa que está infectando. Y eso no se conoce bien todavía.
–¿Y son muchas las cepas?
–Ahí hay otra cuestión. Desde el punto de vista evolutivo, cuando uno estudia a nivel de género el Leishmania, las especies (que son varias) son tan lejanas como cuando uno estudia a nivel de especie el Chagas. Los aislamientos del Trypanozoma cruzi pueden ser tan lejanos como especies diferentes de Leishmania. Es una familia evolutivamente muchísimo más compleja, más dispersa.
–¿Y qué es lo que hace usted?
–Trabajo con unas células de la respuesta inmune que se llaman células dendríticas.
–¿Y cuál es el interés de estudiar la respuesta inmune?
–Obviamente, poder hacer inmunoterapia en las personas infectadas, o para poder diseñar vacunas.
–Retrocedamos un poquito: ¿qué son los parásitos?
–Son protozoarios, es decir, eucariotas (tienen estructura nuclear) unicelulares. Los blancos de drogas para algo que es un eucariota unicelular son complicados; las drogas suelen tener efectos colaterales... Concretamente, lo que hago es estudiar la respuesta inmune, sobre todo, como le decía, a partir de las células dendríticas.
–¿Qué son?
–Células del sistema inmune que están patrullando, detectando y separando lo que es propio de lo que no es propio. Lo que es propio lo toleran y avisan que debe ser reconocido como tal; lo que es dañino (por ejemplo, bacterias, envolturas de bacterias, parásitos) lo detectan, se dan cuenta de que es algo no propio, y lo que hacen es tomar moléculas de ese patógeno y las expresan en el complejo mayor de histocompatibilidad de clase 2...
–A ver...
–Captan la molécula del antígeno, lo fagocitan, se dan cuenta de que no es propio, lo procesan, lo “pican” y lo ponen en su superficie en lo que se llama “complejo mayor de histocompatibilidad de clase 2”.
–¿Qué es eso?
–Una molécula que tiene como receptor a los linfocitos. Entonces el complejo mayor de histocompatibilidad de clase 2 tiene puesto en una hendidura un antígeno, un péptido corto. El linfocito T, a su vez, es una molécula que reconoce el complejo de histocompatibilidad, con una variabilidad que les permite a ciertos linfocitos “encastrar” con la molécula con el antígeno. Ese linfocito que reconoce el complejo se va a empezar a multiplicar y eventualmente va a poder controlar al patógeno. Entonces la célula dendrítica es la única capaz de producir respuesta inmune primaria, es decir, hacer proliferar al primer linfocito. Eso con respecto a las células dendríticas.
–¿Y respecto de las vacunas?
–El problema con las vacunas es que en la infección con Trypanozoma cruzi al principio tiene una gran carga parasitaria. La respuesta inmune controla la replicación pero no logra erradicar el parásito, que queda en pequeños nichos y cada tanto sale (aunque la respuesta inmune lo controla). Mientras el individuo es inmunocompetente, la respuesta inmune es suficiente para que el parásito permanezca constantemente y sin matar al hospedador en la etapa dura. La idea es entender esas primeras etapas de la respuesta inmune para entender por qué para producir una respuesta inmune efectiva a esos parásitos se debería producir una respuesta que no fuera parecida a la respuesta natural. Debe ser una respuesta más vigorosa, o diferente.
–¿Cómo?
–Frente a este parásito, una persona inmunocompetente produce una respuesta inmune. Esta respuesta, además de producirse para controlar al parásito, debe tener un mecanismo de regulación. De lo que yo me he venido dando cuenta es de que de cosas que uno antes llamaba mecanismos de evasión de la respuesta inmune (o sea, cosas que hacía un parásito para evitar que la respuesta inmune se desarrollara) en realidad ahora se sabe que existe una regulación de esa respuesta que es necesaria para que la respuesta no produzca un daño por sí misma. Cuando un parásito entra (como el Cruzi), el organismo tiene que empezar desde temprano a generar mecanismos regulatorios. El parásito lo aprovecha y gracias a eso persiste. Para el hospedador está bien, porque si no la respuesta inmune lo mataría en la etapa aguda. Por ejemplo, a los ratones estas cepas los matan en la etapa aguda. Esa respuesta regulatoria que se produce en la infección natural tal vez es la que está jugándoles en contra a las vacunas, porque hace que las vacunas induzcan una respuesta que no sea tan vigorosa como para resolver completamente el problema. En eso trabajo yo, en los mecanismos regulatorios.
–¿Y qué es lo que usted no sabe y está tratando de averiguar?
–Lo que yo no sé y que me interesa mucho de los parásitos es si la respuesta regulatoria la produce el parásito para poder persistir o si es algo inherente a la respuesta inmune. Todavía no está claro si son las moléculas del parásito las que producen esa regulación o si es una regulación propia de la respuesta inmune. El concepto de “mecanismo regulatorio” es bastante reciente. A mí me interesa eso: estudiar estas cuestiones para ver cómo se podría llevar a cabo una correcta inmunoterapia o desarrollar vacunas efectivas.
–¿Y estamos cerca o lejos de resolverlo?
–¡Cada vez más lejos! Es el problema con la inmunología: apenas uno entiende algo, aparecen miles de nuevos problemas.
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