Mié 29.08.2007

CIENCIA  › PASCUAL CHIMENTO, FISICO

Un universo que se acelera más y más

Se sabía ya que el universo se expandía, pero el aumento de la velocidad de esa expansión genera nuevos problemas.

› Por Leonardo Moledo

–Esta facultad es un laberinto. No comprendo cómo conseguí recibirme acá.

–Sí –me dice el guardia–. Yo entré hace veinte años y todavía no conseguí salir. Es una especie de Parque Chas de la ciencia.

–Busco al doctor Chimento.

–Pruebe por allá –y me señala una retorcida red de túneles.

Efectivamente, busco al doctor Luis Pascual Chimento, doctor en Física desde 1982, miembro del Conicet y del departamento de Física de la Facultad de Ciencia Exactas y Naturales de la UBA y director del Grupo de Relatividad General y Cosmología. Golpeo puertas al azar hasta encontrar la correcta. Pregunto.

–¿Usted es el doctor Pascual Chimento?

–Creo serlo.

–No sabe lo que me costó encontrarlo.

–No sabe lo que es luchar con un universo que se acelera.

–Efectivamente. Usted estudia, según tengo anotado acá, escenarios cosmológicos acelerados.

–Sí. O por lo menos ese es el título del proyecto.

–La aceleración en la expansión del universo parece haber renovado la cosmología y acelerado también el interés de los cosmólogos.

–No lo dude. Se despierta la curiosidad de saber por qué ocurre eso.

–¿Cuénteme de qué se trata?

–El nombre tiene que ver con lo que se está observando desde hace por lo menos un par de décadas: que la expansión del universo se ve más acelerada de lo que aparentemente debiera ser. Este “aparentemente debiera ser” tiene que ver con el hecho de que cuando o estima la materia que hay en el universo, no alcanza a explicar esta aceleración y entonces uno tiene que haber algo más.

–La célebre energía oscura.

–Así es. Y entonces la cuestión es tratar de hacer modelos que puedan explicar esta aceleración del universo. En realidad, el universo se acelera desde sus comienzos.

–Claro, el Big Bang mismo es una enorme aceleración.

–Desde ahí se expande y pasa por distintos períodos. El primero es la aceleración de etapas tempranas (una inflación), que tiene que ver con el problema del horizonte.

–Por favor, aclárelo.

–La luz viaja a 300 mil kilómetros por segundo. Supóngase que el universo se creara ahora, a 300 mil kilómetros al Este y a 300 mil al Oeste sale una luz. Entonces yo en un segundo veo lo que pasa en ambos lugares. Pero resulta que esos dos puntos ya se alejaron 600 mil kilómetros más, y yo los veo de la misma manera: con la misma densidad de estrellas y la misma distribución. Una forma de resolver el problema es mediante la inflación. Si el universo está acelerado este tipo de cosas no ocurren, se pueden resolver.

–Es la famosa “inflación de Guth” de principios del universo.

–Sí, pero las observaciones, además, indican que cuando el radio del universo era aproximadamente de la mitad de lo que es hoy en día, nuevamente empezó a acelerarse.

–La materia oscura.

–La responsable de las aceleraciones anteriores se llama materia oscura y la responsable de esta etapa más reciente es conocida como energía oscura. Son dos componentes que sumadas, en principio, y digo en principio porque todavía no se las ve, pero uno tiene la necesidad de pensar que existen para explicar ciertas cuestiones, darían el 95 por ciento de la materia del universo. Un 30 de materia oscura y un 65 de energía oscura. El 5 por ciento, apenitas, sería lo que nosotros vemos.

–¿Y qué es lo que ustedes hacen frente a estos datos?

–Bueno, tratamos de encontrar explicaciones que sean capaces de explicar esta aceleración del universo.

–¿Y cómo son esas explicaciones?

–En principio, le tengo que decir que todos los modelos que trabajamos se hacen dentro de las teorías de Einstein. La mecánica newtoniana no es aplicable en este contexto. El verdadero problema es representar a esta materia. Si yo quiero representar lo que está ocurriendo tengo que poner en las ecuaciones la información de cómo está distribuida esa materia en el universo.

–¿Y cómo hacen para representar eso que no se ve?

–La describimos como fluidos: es como si la materia estuviera distribuida homogéneamente, un fluido tenue en todo el universo. Y eso hace tratable el problema desde el punto de vista matemático. Se colocan dos fluidos. Uno responde a la energía oscura y el otro a la materia que uno efectivamente observa en el universo. A veces se colocan tres (para representar también la materia oscura), pero la resolución de estos modelos es más complicada. En realidad la ecuación de Einstein es muy complicada, pero uno se pone en la situación más sencilla. Uno asume que el universo es isótropo y homogéneo. Isótropo quiere decir que si yo miro en esta dirección veo más o menos lo mismo que si me doy vuelta y miro en aquella dirección.

–Efectivamente, se ve lo mismo.

–Homogéneo, significa que las propiedades del universo son más o menos iguales entre dos puntos cualesquiera. Si uno se restringe a ese modelo, la ecuación de Einstein es muy sencillita, entonces uno observa que si lo que quiere hacer es lograr aceleración lo que debe hacer es agregar energía. Cuanto más energía uno pone como fuente del campo gravitatorio, las soluciones dan un universo cada vez más acelerado. En el caso de fermión la idea es poner esta fuente fermiónica con el objeto de introducir energía en el sistema. Si uno pone energía las cosas se repelen y se expande muy rápido.

–¿Pero de dónde viene esa energía que tan amablemente colocan?

–El tema es que uno describe, y cuando describe no se pregunta de dónde viene, sino que asegura que tiene que estar. De dónde sale o de dónde ha salido, nadie lo sabe. No hay que olvidarse que todo esto uno lo hace con las ecuaciones de Einstein y no se sabe si son aplicables en todo el espacio. El mismo dijo que probablemente cerca de la singularidad, en el Big Bang, sus ecuaciones no fueran válidas. Entonces uno lo que hace es usar las ecuaciones y ver cómo se hace para describir lo que se ve.

–¿Qué es lo que usted cree que pasa? ¿Por qué se acelera el universo?

–En principio, me queda claro que la materia se aleja entre sí.

–¿Por qué?

–Es lo que uno observa. Si uno mira las galaxias, se da cuenta de que los objetos se van separando entre sí. Yo puedo darme cuenta de que el universo se expande, pero no me puedo dar cuenta cuánto se expande. Es decir, yo me puedo imaginar que el universo se expande, pero no me puedo explicar cómo se crea esta energía oscura que explicaría esta aceleración.

–¿Y hay alguien que se lo imagina?

–Es que en general lo que hacemos es describir, más que tratar de entender de dónde salen las cosas.

–Pero uno puede preguntarse de todos modos de dónde saldrán.

–No sé. Las cosas están, o fueron creadas, o estuvieron siempre. Hay gente que adhiere a modelos que no tienen un Big Bang, que sostienen que siempre estuvo el universo, que tiene distintos períodos de aceleración y contracción pero que siempre existió. Nuestras investigaciones nos llevan a un punto inicial, que es el Big Bang. Yo, personalmente, no sé. Si uno supiera de dónde salió todo, las cosas se explicarían más sencillamente, supongo.

–Supone.

–Supongo.

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