Desde Madrid

El suspenso duró casi hasta la medianoche. El grupo editorial SM, el primero de España en literatura infantil y juvenil, organizó en la noche del jueves la cena para celebrar los 25 años de sus dos principales premios al más puro estilo del Oscar. Para marcar ese aniversario, elevaron la dotación económica de los premios Barco de Vapor y Gran Angular a cien mil euros, convirtiéndolos así en los mayores del mundo en la literatura para niños y jóvenes. Poco antes de que dieran las doce el jurado dio su veredicto y se abrieron los sobres: por decisión unánime, el galardón de Barco de Vapor fue para Andrea Ferrari, periodista de Página/12, por El complot de Las Flores, una novela que trata de un pueblo de la Patagonia argentina que corre el riesgo de desaparecer. “Yo no me propuse escribir sobre la crisis argentina –dijo la ganadora al recibir el premio–, pero el libro fue creciendo entre fines de 2001 y mediados de 2002, y en mi país era difícil pensar en otra cosa: la crisis, entonces, se me coló en la novela.”
Casi 500 personas –autores, ilustradores, editores, críticos, diplomáticos, educadores y periodistas– llenaron el salón La Masía, en las afueras de Madrid. Se dijo que la comida era soberbia, el menú incluía fiambres, tortillas y canapés, a los que se sumó un premonitorio lomo de plato principal, pero quienes tenían expectativas de figurar entre los ganadores casi no probaron bocado. Sentada junto a la candidata argentina, una de las actrices fetiche de Pedro Almodóvar y permanente triunfadora de los premios Goya, Verónica Forqué, esperó los últimos instantes para decirle “ojalá ganes, pero si no sale no importa, lo importante es que te hayas dado el gusto de escribirlo”.
Marinella Terzi, editora jefa de la colección Barco de Vapor y secretaria del jurado, resumió los motivos de la decisión: “Ha sido un premio por unanimidad. Primero, porque es un libro muy fresco, muy moderno, muy de hoy, que trata un tema que es universal: un pueblo que está desapareciendo y cómo sus habitantes luchan para evitarlo. Los personajes son absolutamente esperanzadores, muy optimistas, muy humanos. Eso es lo que ha gustado mucho a los miembros del jurado. Se ve que tienen alma. Es un libro muy divertido y que además engancha desde el primer momento. O sea, tiene todos los valores para ser premiado”.
Al agradecer la distinción, Andrea Ferrari contó que “en el momento de mandar los originales nunca creí que pudiera llegar a este lugar. Pensaba que el castellano ‘argentino’ en el que está escrito sería una barrera difícil de superar. Pero ahora me queda claro que la lengua no nos separa sino que nos une”. Una periodista de Televisión Española comentó después que tan cierto era eso que “a los actores argentinos que tanto miedo tenían por su acento, al final se les entiende más que a los españoles”. En este momento se desarrolla en España una verdadera argentinomanía. Ricardo Darín, convertido en ídolo casi local, está presentando ART en la cartelera de teatro madrileña, donde además se puede encontrar Confesiones de mujeres de 30, dirigida por Lía Jelín. Andrea Cardone se impone en los reality shows de la TV y las editoriales se pelean por incorporar autores rioplatenses a sus catálogos. Hace apenas unas semanas, la revista dominical del diario El País reflejó este proceso en una nota emblemáticamente titulada “Qué suerte que viniste”.
La autora aclaró que “más que de la crisis, mi libro habla de los que no se rinden ante ella, y buscan salidas nuevas e imaginativas. En especial los chicos, que siempre tienen fuerzas para salir adelante si uno apuesta por ellos. A esos chicos, y a esa apuesta, quiero dedicarles este premio”, concluyó. Escrito con la música de fondo de los cacerolazos argentinos, El complot de Las Flores cuenta la historia de cómo un imaginario pueblo perdido de la Patagonia consigue salvarse de la desaparición con imaginación y mucho humor. Convertido en una de las primeras expresiones literarias de la conmoción política y económica que arrasó el país, propone además una intriga de engaños con una pareja de jóvenes en el rol protagónico.
El otro gran ganador de la noche fue el escritor asturiano Gonzalo Moure, quien recibió el premio Gran Angular por la novela El síndrome de Mozart, basada en la experiencia de unos 200 niños afectados por el llamado “síndrome de Williams”, que a pesar de su apariencia de retraso les otorga una increíble sensibilidad musical. Moure sostiene que justamente Mozart habría sido uno de ellos y construye una historia de amor a la belleza y al rescate de la diferencia.
En la ceremonia también fue entregado el XIII Premio Internacional de Ilustración, que recayó en Javier Serrano por su obra La letra que no tenía trabajo y fueron homenajeados los ganadores de las 24 ediciones anteriores.
Hace 25 años, el grupo editorial SM creó las colecciones de literatura infantil y juvenil, que se transformaron en las más populares de España. Primeros en el mercado hispanoparlante, abrieron en los últimos años casas editoras en Argentina, México y Chile, llevan vendidos más de 40 millones de ejemplares de los 2020 títulos publicados, 120 de los cuales superaron los 100.000 ejemplares de venta. Los premios Barco de Vapor y Gran Angular fueron creados al mismo tiempo con el objetivo de fomentar la creación de obras de calidad dirigidas a niños y jóvenes. Su importancia fue creciendo con los años y su última edición los convirtió en los más importantes de todo el mundo.