Es una paradoja que en esta Feria, que eligió el lema “30 años a libro abierto”, un atentado contra la libertad de expresión empañe la celebración. Según la bella imagen de Michel de Certeau, el lector es un “cazador furtivo” que recorre las tierras de otro. Pero por descabellado que suene, en el predio de la Rural varios cazadores se quedaron sin un otro: Vale todo, biografía no autorizada de Daniel Hadad, escrita por Romina Manguel y Javier Romero, no fue presentada ayer, como estaba previsto, en la sala Alfonsina Storni. A último momento, Ediciones B, responsable de la publicación, “por razones de fuerza mayor” –según esgrimieron en el escueto comunicado enviado a los organizadores de la feria– decidió cancelar la presentación. “Curiosamente el libro nunca estuvo en la Feria. Si vos te acercabas al stand de la editorial, los vendedores te decían que estaba agotado”, cuenta Romero en diálogo con Página/12. “El problema es que con esta investigación que hicimos nosotros mostramos cómo Hadad llegó a la cumbre de los medios de comunicación, no como él sostiene, en una versión edulcorada, que es un self man, un empresario exitoso.”
La cancelación es apenas la punta del iceberg. Vale todo estaba listo en diciembre del año pasado. Romero cuenta que cuando faltaban pocos días para que la editorial Planeta lo lanzara a la calle, se enteró de que Hadad presionó a la editorial para que detuviera el lanzamiento. Poco después, Planeta rescindió el contrato con los autores del libro. Pronto arreglaron con Ediciones B una tirada inicial de 15.000 ejemplares y la biografía no autorizada empezó a llegar a las librerías a partir del 26 de enero. Sin embargo, hacía 10 días que Romero estaba tratando de comunicarse con la editorial para ultimar los detalles de la presentación en la Feria del Libro, pero nadie respondía los llamados. “Pablo Ditbon, representante de Ediciones B, me dijo que hubo una reunión editorial con Hadad y su abogado y que se había decidido, como muestra de buena voluntad, levantar la presentación y no reimprimir el libro”, explica Romero. Mientras realizaban la investigación, los autores tuvieron tres entrevistas con el empresario periodístico. El último de esos encuentros se concretó en mayo del año pasado. “El quería tener el control del libro y la gente de su entorno más inmediato llegó a ofrecernos dinero para que dejáramos de insistir sobre el tema”, confiesa Romero.
“Este tipo de censura no se corresponde con el espíritu de la Fundación El Libro –aclara Marta Díaz, directora de la Feria del Libro–. Nosotros somos simplemente intermediarios. Lo que hacemos es darles el espacio a los expositores de las distintas editoriales. Pero cuando alguno decide anular alguna de las actividades ni siquiera nos dan las explicaciones del caso. Nos avisan la suspensión y la editorial se hace cargo de pagar la multa, que se establece como una especie de ‘castigo’ al perjudicar a aquellos expositores que podrían haber tenido el espacio en la feria y no lo tuvieron porque estaba reservado.” Aunque Página/12 se comunicó con Ediciones B, nadie quiso explicar las razones por las cuales levantaron la presentación de un libro que ocupó durante varias semanas el primer lugar en las ventas.A las 18.30, cuando se debía hacer la presentación, los autores y Gonzalo Bonadeo se reunieron frente al Salón Storni y seguidos por un nutrido público cruzaron la Feria hasta el stand de Ediciones B cantando “Hadad, censura, vos sos la dictadura.” Romero improvisó un discurso de presentación.