Racing está metido en un laberinto y cada vez parece más lejos de la salida. Ayer, en una final en su lucha por evitar la Promoción, perdió 2-1 contra San Martín de San Juan en la cancha de Lanús y sin público. Cuando el equipo de Micó era un poco más, Brusco, de penal, puso el primero y, como viene ocurriendo, Racing se derrumbó y enseguida Bravo aumentó la cuenta. En el inicio del segundo tiempo un cabezazo de Chatruc devolvió la ilusión, que se fue esfumando con el correr de los minutos.

El pitazo de Baldassi sonó hueco, profundo. Como se oye un grito en un lugar amplio y cerrado. Así había sonado el primero del árbitro, el que marcaba el inicio de un partido por demás extraño: era una final pero no había público. Pero el que se escuchó cuando el cordobés marcó con su dedo índice el punto del penal fue aún más profundo. La falta de Franco Sosa seguramente se discutirá toda la semana –en cada toma agrega una duda–, pero lo que no tiene discusión es el estado de ánimo de Racing. Por más voluntad que intente poner, por más que busque disimular su situación por demás crítica, ante el mínimo roce todo queda en evidencia.

La tarde había arrancado con el cambio del lugar de concentración por temor a un piquete que impidiera el partido, continuó con la salida de Estévez, que se enteró que no sería titular y dejó al plantel, y se cerró con la caída ante los sanjuaninos y nuevas quejas a Fernando De Tomaso.

Racing se derrumba. Y peor aún, agranda a los rivales. Porque San Martín había hecho casi nada hasta que Brusco metió ese derechazo fortísimo al ángulo derecho del correntino Navarro. Es más, Racing había dispuesto de las mejores chances con un cabezazo de Sava que salió por el costado y con un tiro cruzado de Fileppi que besó el poste izquierdo. Pero una vez que cae, no se levanta más. Los sanjuaninos leyeron a la perfección el mensaje que les llegaba y se soltaron: Recalde subió más por izquierda y en una de sus proyecciones metió la pelota al medio para Bravo, que abrió bien su pie derecho y definió con clase al segundo palo para estampar el 2-0.

En el inicio del segundo tiempo los antibióticos de Micó lo animaron un poco. En la primera que tocó, Navia enganchó y tiró el centro al área para que Chatruc, también en su primera acción, descontara de cabeza. Ahí llegó la esperanza. Esa que llevan como distintivo los hinchas de Racing, que ayer se pegaron a los televisores, más allá de los cien que estuvieron afuera queriendo entrar. Pero no había caso. Navia intentó por todos lados; Fileppi desbordó en cada ataque y buscó con la rosca de sus centros lastimar a los sanjuaninos; Sava casi factura con un anticipo que sacó Medrán con una atajada enorme contra su palo derecho. Pero no había caso. Racing sigue perdiendo y, peor aún, sigue perdido.

1- RACING

Navarro; Menghi, Mercado, Cáceres, Sosa; Bonet, Yacob, Fileppi; Arrieta; Manicero, Sava.

DT: Miguel Angel Micó.

2- SAN MARTIN (SJ)

Medrán; Plaza, Brusco, Agüero, Recalde; Irrazábal, Pacheco, Franco; D. Giménez, Tonelotto, Bravo.

DT: Fernando Quiroz.

Estadio: Lanús.

Arbitro: Héctor Baldassi.

Goles: 33m Brusco (SM), de penal; 38m Bravo (SM); 52m Chatruc (R);

Cambios: 51m Navia por Menghi (R); Chatruc por Manicero (R); 54m Merlo por Tonelotto (SM); 64m Galván por Franco (SM); 75m Caballero por Fileppi (R); 77m Frontini por D. Giménez (SM).