Diego Maradona desistió ayer de la querella que le había iniciado a su ex representante, apoderado y amigo, Guillermo Coppola, por la relación laboral y comercial que los unió durante años. El desistimiento de Maradona, que virtualmente pone fin a los reclamos judiciales que le formulaba a Coppola por presuntas irregularidades en el manejo de sus finanzas y su economía, fue el resultado de una audiencia de conciliación que se extendió durante unas dos horas en un juzgado comercial. La audiencia se realizó en la sede del Juzgado Número 9, ubicada en Recoleta, y al llegar y salir del lugar el ex futbolista avanzó a empujones e insultos contra periodistas que pretendían su testimonio.

Según fuentes judiciales, la audiencia transcurrió por momentos en un clima tenso pero siempre cordial, y Maradona y Coppola se despidieron con un beso en la mejilla. La jueza comercial Paula Hualde resolvió, además, que las costas del juicio sean solventadas “por su orden”, es decir que cada uno pagará sus propios gastos de la contienda judicial que ayer finalizó. La cordialidad que imperó dentro del ámbito judicial, inclusive en la salida de Coppola a la calle para atender a los periodistas, chocó con la entrada y la salida de Maradona, decorada por golpes e insultos contra quienes se juntaban en el lugar. Al llegar, se había oído a Maradona insultar a un camarógrafo que, al parecer, lo había golpeado involuntariamente con su cámara.

Los incidentes se renovaron y multiplicaron a la salida, cuando un nutrido grupo de estudiantes del Carlos Pellegrini, ubicado enfrente del juzgado, se sumó a la “guardia” periodística para conseguir estar cerca del ídolo. Maradona, a quien se escuchó gritar en un momento “me están pegando”, se abrió paso esta vez con golpes e insultos entre el amontonamiento de periodistas y la ovación de los alumnos de la escuela que lo apoyaron en todo momento.

Según las mismas fuentes, Maradona estuvo acompañado por su abogado, Oscar Moyano, y por su ex esposa Claudia Villafañe, mientras que Coppola fue asistido por el letrado Carlos Morales. Coppola había presentado previamente en el expediente documentación sobre su renuncia a todos los poderes que tenía sobre la figura de Maradona y la cesión de ellos a favor de Claudia Villafañe. Además, había aportado como prueba una carta que Maradona le habría enviado tras la ruptura de la relación comercial, en la que reconocería que no hay deudas entre ambos.

A partir de la amistad de Coppola con el técnico Carlos Bianchi, que a su vez tiene una relación de muchos años con Carlos Ischia, actual conductor de Boca, Maradona siempre se mostró distante de Ischia e inclusive no estuvo de acuerdo con su contratación en lugar de Miguel Russo.