Las elecciones en Boca se encaminan hacia la fecha prevista, el 1° de junio, porque para la Inspección General de Justicia (IGJ), las impugnaciones al padrón de socios que hizo la oposición “fueron respondidas satisfactoriamente y avaladas en general con la documentación correspondiente”. Así lo señaló Luis Calcagno, uno de los veedores de la IGJ. Sin embargo, Pablo Abbatángelo, candidato a vicepresidente por una de las tres listas que se presentarán a los comicios, afirmó que “las irregularidades que denunciamos tienen sustento y constan en actas que fueron firmadas por nuestro representante, el doctor Claudio Giardino”.

Unos seis mil socios habían sido cuestionados sobre un padrón de 45 mil que estarían en condiciones de votar. Con el propósito de verificar la autenticidad de su número de asociado, antigüedad y eventuales condiciones de reempadronamiento, Calcagno visitó la sede de Boca durante toda la semana. El veedor de la IGJ dijo después de verificar los padrones: “Vamos a llegar bien al 1o de junio”.

Abbatángelo, quien acompañará en la única fórmula opositora a Roberto Digón, le señaló a Página/12 que “pese a no haber dolo, ni una cuestión grave, constatamos que hay alrededor de 1900 socios que ingresaron al club a partir de 2004 como reempadronados, pagaron su cuota desde ese momento, pero no aparece la ficha de origen en el pasado. Entonces, puedo pensar que nunca fueron socios y entraron porque son amigos del oficialismo. Además de que se cometió una falta de ética porque la conscripción de socios está cerrada desde 2001 para el resto de los hinchas de Boca”.

Calcagno aceptó que hubo problemas con socios vitalicios a los que se había dado por muertos, basándose en información suministrada por el Correo Argentino. Así se tomaron sus números para incorporar nuevas personas al padrón, pero, al menos en tres casos, los vitalicios no habían fallecido. En otras situaciones, las irregularidades fueron “enmendadas”, como reconoció el veedor designado por la IGJ: “Por ejemplo, existían 140 casos que tenían igual apellido y número de documento, pero distinto número de socio o 38 empadronados que estaban duplicados”.

Si hoy se termina con las inspecciones al club, a Calcagno le quedará por elevar el informe correspondiente para que la inspectora general Déborah Cohen resuelva sobre las impugnaciones a los padrones. De ese modo se mantendrían los plazos, con el cierre de listas previsto para el próximo martes 6 a las 24 horas. Hasta ahora, ningún sector político presentó a sus candidatos.

Unos 45 mil socios estarían en condiciones de votar el 1° de junio (se calcula que el 30 por ciento concurrirá a los comicios), cuando Boca juegue frente a Arsenal en la Bombonera. Históricamente, las elecciones se realizan un domingo cuando el equipo juega como local para facilitar la afluencia de votantes. En diciembre de 1995, Mauricio Macri accedía a la presidencia después de derrotar en las urnas a la conducción que encabezaba Antonio Alegre, tras un partido en que Boca perdió por goleada con Racing en la Bombonera. Esa derrota precipitó el derrumbe del equipo conducido por Silvio Marzolini que, un puñado de fechas más tarde, vio diluidas sus posibilidades de pelear el título con Vélez, que finalmente se consagró campeón con Carlos Bianchi como entrenador.

En 1999 la fórmula integrada por Macri y Pedro Pompilio obtuvo la reelección sobre el binomio Alegre-Heller, pero desde ese año nunca más se volvió a votar en Boca. En 2003 y 2007 fueron ungidos como presidentes los candidatos oficialistas (el actual jefe de Gobierno porteño primero y Pompilio el año pasado), y la oposición, liderada en ambas ocasiones por Roberto Digón, no pudo presentar los avales suficientes para acceder a los comicios.

Este, el de los avales que los adversarios internos de Macri consideran discriminatorios, fue el motivo por el cual intervino la IGJ el 26 de febrero pasado. Declaró nulo el acto que había proclamado a la comisión directiva que asumió el 4 de diciembre y empezó el proceso para votar el 1° de junio.

Las urnas serán desempolvadas después de ocho años y medio. Demasiado tiempo por unos avales que la Justicia redujo primero, la IGJ consideró antiestatutarios después y la Asamblea de Representantes del club terminó transformando en simples prendas de autos o seguros de caución cuando antes se pedían garantías bancarias millonarias.