DEPORTES
› OPINION
Un solo tenista no hace Legión
› Por Pablo Vignone
En deportes, cuatro años son un sinónimo de eternidad. La sagrada historia de los mundiales de fútbol guarda ejemplos a raudales. Este del tenis nos toca de cerca: cuatro años después de poner tres de los cuatro semifinalistas (Nalbandian, Coria, Gaudio) del mundial de polvo de ladrillo –como efectivamente es Roland Garros– al tenis argentino sólo le queda en carrera, tras cinco días de competencia aguada por la lluvia, el número 75 del ranking, el santafesino Eduardo Schwank (22 años).
Los signos son evidentes, porque la pregunta es de rigor (¿se acaba la Legión Argentina?) y la respuesta es preocupante. El lunes, Guillermo Cañas expresó algo parecido a una admisión de retiro. El miércoles, fue Agustín Calleri el que lo sugirió. Guillermo Coria encarnó la mayor alegría de sus últimos tres años tras perder en primera ronda, un mérito comparado con el pasado reciente pero un pobre contraste en referencia a lo sucedido hace cuatro años. Gaudio ni fue. La de ayer fue una jornada oscura, en la que seis argentinos cayeron, consumando la peor edición nacional del mundial de polvo de ladrillo en la última década. Desde 1999. El año en que empezó a haber Legión. Un año antes, la Argentina no tenía un solo tenista entre los 100 del ranking.
Juan Chela lo admitió con cierto pudor: “No me animo a decir que esto sea el principio del fin de toda mi camada pero hay muchos jugadores importantes que ya no están en su mejor momento y creo que se está cumpliendo un ciclo”. Algo así: si se considera el tramo del calendario entre el arranque de la temporada y Roland Garros, la de 2008 es la peor cosecha del tenis argentino desde aquel glorioso 2004: tres títulos ese año (Coria en Buenos Aires y Montecarlo, Chela en Estoril), cuatro en 2005 (Gaudio en Buenos Aires y Viña del Mar, Puerta en Casablanca, Nalbandian en Munich), dos en 2006 (Acasuso en Viña y Nalbandian en Estoril), cinco en 2007 (Cañas en Brasil, Mónaco en Buenos Aires y Portschach, Chela en Acapulco y el equipo argentino en la Copa del Mundo de Düsseldorf), y uno solo en 2008, Nalbandian en BsAs.
“Pasaron muchos años en los que se llegó a todo. Pero se termina. Jugadores como Gaudio o Coria ya no están ahí como antes. Espero que vengan otros jugadores buenos”, manifestó Chela su deseo. Pero ¿hay otros en camino? El pibe Del Potro sufre problemas físicos que detienen su rendimiento, jugadores como Junqueira o Decoud tienen 26 o 27 años, González o Berlocq ya cumplieron los 25. Juan Mónaco (24 años) es lo mejorcito que ha salido últimamente, pero un solo tenista no hace Legión.
¿Llegarán los restos de esta camada a hacerse lo suficientemente fuertes como para decidir a su favor la edición corriente de la Davis? Es lo que quiere saber en París Alberto Mancini. Quizas porque intuye que puede ser, por fixture y por materia prima, la última chance en mucho tiempo.