En la agonía de un partido opaco, el seleccionado argentino de rugby, Los Pumas, cayó ayer por 13-12 ante su par de Italia, en el encuentro que cerró el primer semestre de tests matches para un seleccionado que actualmente vive un recambio tanto de cuerpo técnico como de jugadores. En la última jugada del encuentro, con un try del hooker visitante Leonardo Ghiraldini y la conversión del fullback Andrea Marcato, los italianos dieron vuelta un choque aburrido y sellaron una victoria justa, en el Olímpico de Córdoba, ante 30 mil espectadores.

En la primera mitad, Los Pumas fueron efectivos, contundentes y defendieron bien, más allá de las constantes infracciones. Gracias a los penales convertidos de Juan Martín Hernández (2), y Marcelo Bosch (2) –que pasó a la posición de apertura a los 19 minutos, cuando Hernández salió del campo tras sufrir una fractura en la mano derecha–, los dirigidos por Santiago Phelan lograron marcar una abultada diferencia 12-3, que poco tenía que ver con el dominio real del partido. El elenco azzurro había manejado mejor la pelota, aunque siempre se había mostrado impreciso en los metros finales.

El juego en la segunda parte siguió con la misma tónica: friccionado, desordenado y muy cortado. Pese a eso los europeos siguieron intentando lastimar con el scrum y poco a poco empezaron a cortar las distancias. Los visitantes lograron ponerse a tiro con un nuevo penal de Marcato, pero de ahí en más prácticamente no inquietaron hasta el final.

Mientras tanto, Los Pumas seguían perdiendo chances simples para ampliar el resultado con varios penales accesibles que erró Bosch. Y por no definir lo pagó caro. En los minutos finales retrocedió y tras un buen movimiento de los forwards visitantes, Ghiraldini marcó el único try del encuentro, que segundos después fue convertido por Marcato para cerrar la victoria italiana.