Le tomó el gustito. Tras el título que logró la semana pasada en Stuttgart, el tandilense Juan Martín Del Potro llegó a la segunda final en siete días al vencer en dos sets 6-3, 7-6 (7-5) al rumano Víctor Hanescu. De esta manera, el argentino buscará hoy su segundo título de ATP consecutivo cuando desde las 9 defina el certamen de Kitzbühel ante el local Jürgen Melzer (televisa TyC Sports). En cambio, en Croacia, la esperanza del también tandilense Máximo González de llegar a su primera final del circuito chocó ante el talento del ruso Igor Andreev, que lo derrotó 6-2, 7-6 (7-2).

Luego de superar varias lesiones, Del Potro está confirmando todo lo bueno que se suponía que era su tenis, pero que nunca terminaba de demostrar. Tras ganarle la final del torneo de Stuttgart al francés Richard Gasquet, el tandilense no se paró en su levantada. Ayer ante jugó con mucha autoridad, manejó los ritmos del partido y cuando tuvo que sacar a relucir el temple, lo hizo en el tie break, donde dominó con su servicio, el mejor de los tenistas argentinos.

El primer set mostró a un sólido Del Potro, quien marcaba diferencias con su servicio. Además, cuando tuvo la chance en el sexto game, aprovechó para romperle el servicio al rumano para encaminarse a llevarse el set. Sin pasar sobresaltos con su saque, el argentino se quedó con el parcial.

Distinta fue la historia en el segundo set, que resultó sumamente equilibrado, sin que ninguno de los dos lograra quebrar el servicio de su rival. El que más cerca estuvo fue Hanescu, que en el undécimo game, empatados 5-5 y ventaja de 40-15 con el saque del argentino, dejó pasar esos dos break points. Allí, el tandilense mostró su mejor repertorio, levantó la desventaja y forzó el tie break.

Con el saque como estandarte, Del Potro marcó la tendencia desde el arranque en el desempate. Y si bien el rumano le levantó dos puntos de partido, el argentino tuvo la fortaleza necesaria para quedarse con el juego y llegar a la segunda final de su carrera. Con esta victoria, Del Potro ya se garantizó meterse entre los 30 mejores jugadores del mundo, la mejor posición de su carrera. Y si gana el certamen, estará rondando el puesto 25º.

Para ello, el jugador de 19 años tendrá que vencer al local Melzer, que en un partido maratónico superó con lo justo 6-3, 6-7 (6-8), 6-4 al italiano Potito Starace. Melzer es un grato recuerdo para el argentino, ya que lo venció en cinco sets en su debut de Copa Davis, cuando le dio el decisivo tercer punto de la serie al conjunto capitaneado por Alberto Mancini. Para llegar a esta instancia, Del Potro venció sucesivamente al francés Josselin Ouanna, al argentino Sergio Roitman, al galo Nicolás Devilder y ayer a Hanescu.

En tanto, en Umag, Máximo González se quedó con las ganas de su primera final en el circuito. Tras un primer set dominado a voluntad por Andreev, el otro tandilense estuvo cerca en el segundo, en el que el ruso dos veces sacó para partido, pero se encontró con el espíritu de lucha de González. Ya en el tie break, Andreev hizo pesar su experiencia y se quedó con el partido, para enfrentarse en la final ante el español Fernando Verdasco, que un rato antes había eliminado al italiano Fabio Fognini.