Tras cuatro días de huelga, en Racing hay un poco de paz. El plantel conducido por Juan Manuel Llop volvió ayer a los entrenamientos, luego de que fuera depositado el dinero que había prometido el Organo Fiduciario (un millón y medio de pesos), y así retomó una ya diezmada preparación, a dos semanas del inicio del Apertura. A pesar de tantas malas, el técnico se mostró optimista y aseguró que su equipo será “protagonista”, por lo que uno de sus objetivos será alcanzar “entre 52 y 55 puntos para estar tranquilo”. De esta manera, en el conjunto de Avellaneda corren aires de mayor tranquilidad.

Pero durante la mañana todo fue incertidumbre. Los futbolistas no habían podido cobrar y el secretario general de Futbolistas Argentinos Agremiados, Sergio Marchi, ya salía a meter presión. “Me imagino que antes de que cierren los bancos va a estar todo resuelto”, dijo el ex defensor, al mismo tiempo que señaló que había mandado a unos contadores a chequear que el dinero esté depositado y todavía no estaba. Unos minutos después todo se solucionó. La plata fue depositada en la cuenta de Agremiados y en la casa matriz del Banco Provincia, y la tensión cedió. Y Racing pudo volver a trabajar.

Con la presencia de Maximiliano Moralez, que no se entrenaba desde mucho antes del conflicto, ya que no tenía solucionada su situación, y los refuerzos Martín Wagner y Leandro González, todo el grupo hizo trabajos intensivos en lo físico para recuperar el tiempo perdido. En este punto el entrenador Juan Manuel Llop reconoció que el plantel “está retrasado en un treinta por ciento respecto de lo que es la planificación normal de alto rendimiento”, aunque igualmente sostuvo que presentará “un equipo competitivo” para el comienzo del campeonato.

Además, el DT hizo hincapié en la necesidad de conseguir nuevos refuerzos en defensa. “Hoy llego a formar un equipo, pero precisamos reforzar el fondo porque en el medio hay jugadores de buen nivel, y con Federico Nieto y (Pablo) Lugüercio adelante ya estaremos en condiciones de competir”, sostuvo Llop. Sin embargo, la llegada de los dos delanteros todavía se retrasa y eso podría transformarse en un problema para el entrenador, que aún confía en que todo pueda a mejorar.