A pesar de que ya no está Ramón Díaz al frente del plantel, los problemas en San Lorenzo no cesan. La presencia del transferido Andrés D’Alessandro en los dos turnos de entrenamiento que realizó ayer el equipo en la Ciudad Deportiva del Bajo Flores sorprendió a los dirigentes tanto como la carta documento enviada por el volante Daniel Bilos inhibiendo a la institución. Además, anoche se confirmó la venta de Diego Placente a Bordeaux de Francia, para que el técnico Ru- sso sume otra preocupación.

D’Alessandro entrenó por la mañana y se despidió de sus compañeros, antes de viajar a Porto Alegre para ser presentado por su nuevo club, Internacional, pero sorpresivamente por la tarde volvió para sumarse a la práctica que se inició a las 16. “En estos días estuve leyendo muchas notas que hablaban sobre mí y realmente no me gustó lo que decían”, le dijo el jugador a la prensa. Al extenderse en sus argumentos, el ex River sostuvo que “es cierto que no se consiguieron los objetivos propuestos, que pasaban por ganar el torneo Clausura o, especialmente, la Copa Libertadores”. Y remarcó: “Pero estoy tranquilo porque no me preocupa lo que diga la prensa, sino lo que piensen mis compañeros, los dirigentes y especialmente el hincha de San Lorenzo, que reconoció todo lo que di por el club en este tiempo”.

La otra novedad fue la carta documento enviada por el volante Daniel Bilos, que inhibió al club por una deuda de 200 mil dólares en concepto de primas y sueldo. Esta inhibición se sumó a la que el martes pasado, por la misma vía, le hizo llegar a la directiva el defensor Christian Tula, al que se le adeudan dos cuotas de prima. Como Bilos ya no pertenece a San Lorenzo, el único camino posible es pagarle lo que se le debe. Además, el grupo inversor que tiene los derechos de Placente aceptó la oferta del club francés y el ex River se irá en las próximas horas.