- Olímpicamente insensibles

El Comité Olímpico Internacional (COI) negó un pedido formulado por los deportistas españoles para que les permitieran competir con un brazalete negro de luto y para que la bandera flamee a media asta. Lo del brazalete lo desafiaron algunos deportistas. Lo bien que hicieron.

- Dream Team

Kobe Bryant, la estrella más mediática de los estadounidenses, lleva el nombre del filete que sus padres vieron en el menú de un restaurante antes de su nacimiento. Como si los padres de Ginóbili en vez de Emanuel le hubieran puesto Churrasco, Ojo de bife o algo así.

De todos los integrantes del equipo de los sueños extrajeron alguna anécdota en un informe de AFP. Un par más:

Luego del asesinato de su abuelo, Chris Paul salió a la cancha el mismo día del funeral y marcó 61 puntos, tantos como los años que tenía su abuelo en el momento de su muerte.

Michael Redd, hijo de un predicador, le compró a su padre un edificio para que lo utilizara como templo y creó una fundación para ayudar a su comunidad.

- Garotas

Las chicas brasileñas no merecieron perder la final olímpica de fútbol. Fueron superiores, tuvieron más llegadas, se toparon con una buena arquera y, ya en tiempo suplementario, padecieron un zapatazo de la norteamericana Lloyd que terminó con todo. Desde acá hacíamos un poco de fuerza por Brasil porque, en general, es mejor que Estados Unidos pierda a cualquier cosa y porque un triunfo del fútbol femenino seguramente ampliaba la frustración del fútbol masculino, eliminado por Argentina.

- La Fórmula 1 del agua

La Clase Tornado es la más rápida y espectacular de todas las categorías náuticas que participan en las Juegos Olímpicos. La embarcación pesa 120 kilos, es capaz de desarrollar una velocidad de 30 nudos (55 km/h con viento de popa) y tiene tres velas. Lange y Espínola usan un arnés alrededor de la cintura y viajan colgados sobre un costado. El primero es el timonel, el que conoce a fondo la cancha y piensa las estrategias que se seguirán durante la carrera, y el segundo se encarga de manejar las velas. Ambos coinciden: “La clase Tornado es lo más parecido que hay a la Fórmula 1”.

- Informe meteorológico

La meteorología cobró una importancia vital en esta disciplina. De hecho, colaboró con el equipo argentino un meteorólogo italiano que les preparó un análisis de los vaivenes del clima en China durante los últimos 20 años. “Digamos que no nos gusta ir a competir a la buena de Dios, o jugarnos a que hay tal viento y si se cumple nuestro pronóstico, bárbaro, y si no perdimos. No. Teníamos que estar preparados para que sucediera cualquier cosa”, contó Lange.

- 8 medallas

Son las que acumuló el yachting argentino en la historia de los Juegos:

1

Plata, Londres 1948. Clase Internacional, 6 metros: Enrique Sieburger, Julio Sieburger, Roberto Homs, Emilio de la Torre y Rodolfo Rivademar.

2

Plata, Roma 1960. Clase Dragón: Jorge Chávez, Héctor Calegaris y Jorge del Río.

3

Plata, Atlanta 1996. Clase Mistral: Espínola.

4

Plata, Sydney 2000. Clase Mistral: Espínola.

5

Bronce, Sydney 2000. Clase Europa: Serena Amato.

6

Bronce, Sydney 2000. Clase 470: Javier Conte y Juan de la Fuente.

7

Bronce, Atenas 2004. Clase Tornado: Espínola y Santiago Lange.

8

Bronce, Beijing 2008: Clase Tornado. Espínola y Lange.

- Cuentas claras

La Secretaría de Deporte aportó al judo 3.280.789,21 pesos para el período 2005-2008. Ese monto incluye competencias internacionales, becas a deportistas y entrenadores y gastos de entrenamiento, alojamiento y alimentación en el Cenard. Al yachting se le destinaron 6.443.488 (la mayor parte en pruebas internacionales) y al ciclismo de pista y ruta, 2.344.689,85. El presupuesto general se incrementó año tras año desde el 2003 para saltar de 26 millones a 107 millones de pesos.

- Fotos

En www.ziza.es se pueden ver unas fotos maravillosas de los Juegos Olímpicos. Sobran algunas de George Bush, pero fuera de eso está lleno de joyitas.

- Humor benigno

–¿Cómo se dice en chino “Jugamos contra el Dream Team”?

–Ke-chu-cho.

(Continuará...)