Roger Federer está de vuelta. Jugando un tenis por momentos aplastante, por momentos soberbio, se quedó por quinta ocasión consecutiva con la final del Abierto de los Estados Unidos, al vencer en sets corridos al escocés Andy Murray, 6-2, 7-5, 6-2, en apenas una hora y 51 minutos, una duración desusada para un partido de estas características. Murray se suma a las víctimas de Federer en Flushing Meadows, luego de que camino a sus anteriores títulos superara al australiano Lleyton Hewitt (2004), los estadounidenses Andre Agassi (2005) y Andy Roddick (2006) y el serbio Novak Djokovic (2007).

De esa manera, el suizo consiguió su primer gran logro de una temporada aciaga, en la que perdió el cetro de mejor tenista del mundo tras haber conseguido en los primeros ocho meses del año apenas dos títulos de poca monta en Estoril y Halle. “Me siento como un neoyorquino. Este es un momento muy especial en mi carrera. Para mí representa mucho este triunfo”, dijo Federer tras el éxito. “Estas últimas dos semanas han sido inolvidables. Nunca las olvidaré.”

Comenzó con un juego muy fluido, llegando fácil a todos los tiros de Murray, con servicio cortante e incómodo, y poco a poco fue imponiendo su ley para llevar al escocés a su terreno. Su primera oportunidad de quiebre se le presentó estando arriba 2-1, pero Murray salvó los dos break-points para mantener su saque. Sin embargo, dos juegos después Federer consiguió el quiebre para ponerse 4-2. Le tomó 26 minutos ganar el primer set.

Murray animó las tribunas cuando comenzó a consolidarse en el fondo de la cancha durante el segundo set. El británico siguió a toda marcha y llevó a Federer al extremo, pero el suizo salvó tres puntos de quiebre. Las cosas se mantuvieron parejas hasta el 5-5, cuando Federer mantuvo su servicio y aseguró el parcial 7-5 al convertir la primera de sus tres chances de quiebre.

Federer mantuvo su indetenible marcha a la gloria y en rápida sucesión se colocó a las puertas del triunfo con un 5-0 imponente, aunque Murray no cedió terreno y con un quiebre en el séptimo game se colocó 5-2. Pero Federer no perdió la compostura y aprovechó su segunda oportunidad de punto de partido para liquidar el encuentro con un revés cruzado, que Murray en su devolución estrelló contra las cuerdas.

Con este quinto título, Federer igualó a otras grandes leyendas de este torneo como Pete Sampras y Jimmy Connors, y se convirtió en el primer tenista capaz de ganar cinco años seguidos, desde que lo consiguiera Bill Tilden hace 84 años, en 1924. También sumó su decimotercer título de Grand Slam, lo que le deja a tan sólo uno de Pete Sampras, que mantiene el record en catorce.