DEPORTES › SAN LORENZO CAYO COMO VISITANTE ANTE UNIVERSITARIO
El equipo de Boedo jugó 70 minutos con un hombre de menos, después de que Bottinelli cometiera un penal y se fuera expulsado. El ex Boca Nolberto Solano convirtió de penal el único gol de partido. Incidentes antes del encuentro.
No fue buena la presentación de San Lorenzo en Perú. Más allá del resultado, contra el Universitario de Lima, por el Grupo 8 de la Copa Libertadores, el rendimiento del equipo estuvo lejos de ser aceptable, y aunque es cierto que el haber jugado 70 minutos con un hombre menos, por la expulsión de Jonathan Bottinelli, obligó a cambios tácticos que atentaron contra el movimiento de conjunto, se estuvo por debajo de lo que esperan los hinchas ilusionados con el título continental que todavía no pudieron ganar.
Universitario se fue con un gol de ventaja al entretiempo y pudo haberse retirado con un margen más amplio. Porque tras el gol de penal de Solano, el conjunto local hizo circular la pelota y aprovechó los espacios de una manera destacada y, si el remate de Quiroga no se hubiese estrellado en el palo de Orión, acaso el resultado se habría ajustado más a lo sucedido en el campo.
Aquel gol nació en un pelotazo largo para Calheira entre los dos zagueros centrales de San Lorenzo. El delantero acomodó la pelota al entrar al área para medirse con el arquero argentino, Bottinelli lo tocó de atrás y el árbitro brasileño Fagúndez marcó penal y roja. Solano, el alma del equipo peruano, remató alto y Orión alcanzó a desviarla aunque no pudo evitar que se colara.
Russo hizo cambios posicionales para remendar la defensa, pero no logró que su equipo hiciera pie. Solari pudo haber empatado con un remate de media distancia, pero el trámite del partido no lo justificaba.
Sí, en cambio, podría haber sido justo de haberse conseguido en el complemento, porque Universitario perdió aire y se dejó arrinconar. De la mano de Solari, San Lorenzo creció, buscó mucho por arriba, pero a sus delanteros les faltó precisión y alguna situación más clara para anotar el empate.
Se vivió un momento de mucha angustia antes del partido, cuando el micro en el que viajaba el plantel argentino fue atacado a pedradas al llegar al estadio por hinchas locales. El volante Alejandro Gómez sufrió un corte en una mano, pero de todas formas fue al banco y entró en el complemento.
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