Se dice que la del entrenador de fútbol es la profesión más riesgosa del planeta, por el stress que supone desempeñar el cargo y la inestabilidad inherente. Sujetos a los vaivenes de los resultados, los técnicos duran poco. Pero el caso de Abel Balbo (foto) es record: duró solamente diez minutos como entrenador del Treviso, de la Serie B del fútbol italiano. El martes lo designaron, ayer renunció. El ex jugador de Newell’s, River, Boca y la Selección llegó temprano al entrenamiento del equipo del Véneto, que marcha último en el torneo. Las finanzas del club acusan un rojo de 10 millones de euros y su presidente, Ettore Se-tten, no les paga a los futbolistas desde hace meses. Balbo comenzó a dialogar con los futbolistas y en diez minutos decidió que “no existen las condiciones para permanecer en el equipo”. Luego, aclaró: “Conocía la situación del equipo, pero no todos los detalles, y ahora sinceramente no puedo quedarme”. Las primeras versiones hablaban de un planteamiento que los jugadores le habían hecho al flamante entrenador, al que presumiblemente no querían. Pero Balbo desmintió la especie y el capitán del Treviso, Riccardo Gissi, confirmó que no se produjo ningún tipo de divergencias con el argentino. Los jugadores se habían negado a entrenarse el lunes, antes de la asunción de Balbo, porque faltaba equipo médico en el centro de entrenamiento.