Jugó menos de media hora, marcó dos goles y fue una de las figuras de River, el domingo ante Arsenal. Marcelo Gallardo debe haber vivido una de las tardes más dulces de toda su campaña deportiva, pero no se duerme. “Hay que rebelarse ante situaciones adversas y no agachar la cabeza. Este es un equipo que no se puede relajar y tiene que jugar de esta manera en situaciones límite. No podemos darnos el lujo de que sea solamente un partido”, aseguró ayer el volante. Gallardo no se sentía del todo a punto antes del partido: “Estaba establecida la duda de cómo estaba física y futbolísticamente. La cabeza es la gran protagonista y suele suplantar esas cosas”, admitió. “Volví porque tenía total seguridad de que quería vivir esto otra vez, y con el correr de los entrenamientos y más minutos en la cancha voy a estar mucho mejor. Fue un golpe anímico muy importante para mí y para el grupo”, explicó el volante. “Hay que tomarse las cosas con calma, y actuaciones así sirven para trabajar en la semana con un mejor clima.” Néstor Gorosito, el entrenador de River, lo elogió calurosamente ayer: “Gallardo es un jugador de otra categoría; en su primer gol, otro hubiera tirado el centro al segundo palo buscando a (Cristian) Fabbiani, pero hizo un gol que no hacen todos, de antología, y fue muy importante para él y para el grupo”.