El último minuto del partido, con Vélez y Racing coqueteando a la victoria, puede ser la síntesis perfecta de un verdadero partidazo, que tuvo todos los condimentos del principio al final. Porque hubo momentos de buen fútbol, estrategias, emociones y sobre todo goles, que le dieron un marco electrizante a un encuentro que dejó muchas satisfacciones a los enamorados del fútbol, pero una angustia muy grande a ambos equipos, debido a que se quedaron con la sensación de que lo pudieron ganar.

Por eso se lamentan Vélez y Racing. Sobre todo por aquella pelota que Castromán estrelló contra el palo, y por la réplica de Velázquez que, inexplicablemente, le erró de zurda con todo el arco a disposición. Sin embargo, habría que aclarar que el empate fue lo más justo, porque los de Ricardo Caruso Lombardi tuvieron una buena primera mitad, pero no pudieron aguantar la corazonada de los locales en la parte final.

Parecería estar acostumbrado el conjunto de Gareca a las hazañas. Ya que de la misma manera que lo hizo hace dos semanas en Santa Fe, reaccionó a tiempo. Y en sólo 20 minutos, con dos pelotas paradas salvó el invicto de 13 fechas que acarrea en el campeonato. Para eso fue muy importante el empuje de Otamendi, la personalidad de Cubero, el amor propio de Zapata, que intentaron disimular la falta de buen fútbol, que escaseó durante toda la noche.

Será porque esta vez el local no tuvo un conductor claro, y los tres de adelante nunca tuvieron profundidad, ante la incansable presión de los jugadores de Racing. Poco y nada pudieron hacer López, Larrivey y Cristaldo, en una movida de Gareca que escondió las mejores intenciones pero no se trasladó a la cancha. Y mucho tuvo que ver el trabajo de su rival.

Porque desde el principio Racing mantuvo su estrategia de juego, con mucho sacrificio y también manejo de pelota. Y mientras la utilizó, pasó por encima a Vélez. Lo anuló. Con un gran despliegue en todo el campo, una concentración envidiable y cruces constantes de pelota que lastimaron en varias ocasiones el arco de Montoya. Tres situaciones claras de gol creó Racing en el primer tiempo, con Ramírez, Sosa y Lugüercio.

Pero fue Yacob el que encontró el gol. A través de una fórmula que ya le dio muchos réditos al equipo en este Clausura –nueve de los 14 goles que marcó hasta ahora fueron de pelota parada–. Y ahí Sosa se hizo cargo del tiro de esquina, la puso en el primer palo y Yacob puso el 1-0. Justo. Al igual que el 2-0 que consiguió Ramírez tras una zoncera de Razzotti. Porque hasta ahí Racing hacía casi todo bien y Vélez no reaccionaba.

Sin embargo, todo cambió. El conjunto de Caruso sintió el esfuerzo titánico y se tiró muy atrás. Apostando a algún contragolpe, pagó la falta de ideas y tras un topetazo sin sentido de Sosa a Cristaldo, les regaló el descuento a los de Liniers. Algo que favoreció el resurgimiento del puntero, porque pese a que tuvo uno menos por la expulsión de Ponce, Vélez se fue a la carga con lo puesto. A los empujones, bochazos y con el alma para salvar la punta del campeonato, un traje de héroe que Zapata se calzó, pateando con maestría por arriba de la barrera, para sellar un partido lleno de emociones: alegrías y angustias. Sensaciones que cambiaron de vereda en 90 minutos, en un partido vibrante de principio a fin.

Informe: Nicolás Sagaian.

2- VELEZ

Montoya; Papa, Domínguez, Otamendi, Díaz; Cubero, Razzotti, Zapata; Cristaldo, López, Larrivey.

DT: R. Gareca.

2- RACING

Migliore; Cáceres, Aveldaño, M. Martínez, Sosa; Lluy, Zucullini, Yacob, Lucero; Lugüercio, Ramírez.

DT: R. Caruso Lombardi.

Estadio: Vélez.

Arbitro: Gabriel Brazenas.

Goles: 44m Yacob (R); 51m Ramírez (R); 76m Domínguez (V); 87m Zapata (V).

Cambios: 45m Velázquez por Larrivey (V); 56m J. Martínez por Díaz (V); 62m Ponce por Razzotti (V); 82m Wagner por Lucero (R).

Incidencias: 84m expulsado Ponce (V).