Las especulaciones sobre una declaración de emergencia ante la proliferación de casos de gripe A y las posibilidades de que el partido entre ambos equipos tuviera que jugarse a puertas cerradas dividieron a los dirigentes de Vélez y Huracán, los dos equipos que decidirán la suerte del Clausura en la última fecha. Mientras Vélez estaba dispuesto jugar sólo con público en las tribunas y estaba decidido a pedir la postergación del encuentro si hubiese sido necesario, Huracán era partidario de jugar el encuentro a como diera lugar, porque el domingo 5 de julio se vence la extensión del contrato que les hicieron a varios de los jugadores que están a préstamo en el club. Sin embargo, ayer crecía la versión de que una emergencia sólo suspendería espectáculos en lugares cerrados, lo que no alteraría la realización de la última fecha.

“Huracán lo va a jugar como sea, a puertas cerradas o con público”, aseguraba ayer temprano el presidente del club de Patricios, Carlos Babington, al sostener que muchos jugadores con préstamo tienen que presentarse en los clubes dueños de sus pases, más allá de que extenderán el préstamo a varios.

En Liniers no hay tantas urgencias. El presidente de Vélez, Fernando Raffaini, había dicho que “ante una eventual declaración de emergencia y si se impone jugar sin público, es preferible postergar el partido”. “Aunque –prosiguió– si se quiere evitar multitudes, pese a que se juegue sin público la gente se va a juntar a festejar y será una multitud de todas maneras”, graficó el directivo.

En algo sí se pusieron de acuerdo Vélez y Huracán: en jugar el partido a las 15, en lugar de las 17.10 como estaba previsto, por cuestiones de seguridad.

Durante el transcurso de la jornada, Raffaini negó haber acordado con Babington jugar aun sin público, saliendo al cruce de informaciones en ese sentido, y apoyó tempranas declaraciones del vice de su club, Miguel Calello. “Tanto la gente de Vélez como la de Huracán, por lo hecho en el campeonato, se merecen una final con público”, insistió Calello.

En Huracán, en tanto, los temores eran a quedarse sin algunos de los futbolistas, más allá de haber recibido la confirmación del Porto de Portugal de que Mario Bolatti continuará en el club, salvo que algún equipo compre el pase al valor que el conjunto lusitano disponga, lo que parece improbable. Pero Huracán sabe que Porto no cederá a préstamo a Bolatti y sólo el club de Parque Patricios contaría con una excepción al vínculo.

“Huracán tiene muchos jugadores a los que se les vence el contrato el 30 de junio y, si bien individualmente hicimos una extensión hasta el 5 de julio, después el contrato está vencido”, sostuvo Babington. En cambio, Vélez ya tiene acordados la extensión temporal de los contratos de Joaquín Larrivey (del Cagliari) y el arquero Marcelo Barovero (en su poder).