“España es favorita”, admitió el entrenador de la Selección Argentina, Diego Maradona, sobre el partido de mañana en el estadio Vicente Calderón, aunque subrayó la confianza en sus propios futbolistas. “No cabe duda de que España está en un momento brillante. Son favoritos como dicen todos, pero si yo lo aceptara estaría desmereciendo a mis jugadores”, afirmó.

“España tiene un equipo muy armado. Se sacó de encima esa mochila de no ganar con la Eurocopa. En la Copa Confederaciones perdió, pero podía haber ganado. Luis (Aragonés) hizo un trabajo extraordinario desde hace mucho tiempo. Lo continúa ahora Del Bosque. España tiene jugadores para trabajar con total tranquilidad, están haciendo un buen fútbol.”

Preguntado por el jugador español que convocaría para jugar con la camiseta argentina, Maradona no lo dudó: Xavi Hernández. “Cada vez que lo veo jugar me llena lo que hace”, señaló. “Da cátedra de fútbol.”

Por supuesto que, en Madrid, Lionel Messi fue tema de conversación. “A Messi lo cargamos de mucha responsabilidad –reconoció Maradona–. Hizo el trabajo que yo le pedí y estoy muy contento con él. Ya pasó la clasificación y él tiene que liderar al equipo, él lo sabe. Tenemos al mejor del mundo y lo tenemos que poner. Lo veo muy bien, con ganas, charlé hoy (por ayer) con él. Hablar con Leo siempre es un placer”, comentó. “Tiene que ser el dueño del equipo, él lo sabe, tenemos al mejor del mundo, dentro del equipo debe ser la frutilla del postre.”

El entrenador de la Selección se refirió a su vez al encuentro que mantuvo en City Bell con Juan Sebastián Verón y aclaró que “hablamos de todo, pero queda entre cuatro paredes. Lo único que puedo decir es que no dijo lo que dijeron que dijo adentro de la cancha. El me dijo que lo habían sacado de contexto. Fue una de las tantas cosas que hablamos”, destacó.

Maradona hizo un repaso de sus últimos meses como entrenador del equipo nacional. “Tuvimos momentos muy difíciles, donde parecía que la Selección Argentina se quedaba afuera. Sabíamos que podíamos lograrlo y lo hicimos en un campo muy difícil. Los jugadores jugaron un partido maravilloso. Uruguay tenía todas las de ganar. Llegamos sin ser favoritos y los muchachos consiguieron darle vuelta a la situación”, indicó.

“Tenía la fe y la ilusión. Teniendo bien a los jugadores sabía que había posibilidades. ¿Las críticas? Dejé de mirar y de hablar y nos dimos cuenta de que yo no necesito a los periodistas y ellos no me necesitan a mí. Sólo puedo pensar en la Selección. Cada uno que siga su camino. Nosotros somos Argentina. Tenemos grandes jugadores. Hay que encontrar el grupo y el equipo y lo vamos a conseguir cuando estemos juntos”, agregó.

Con respecto a Sudáfrica, volvió a refugiarse en el dulce recuerdo del Mundial de 1986. “Me gustaría ir de ‘punto’ al Mundial. Nosotros fuimos en silencio a México, fuimos los primeros en llegar y los últimos en irnos, ojalá que podamos repetir esa historia”, sentenció, antes de sorprender al asegurar que le gustaría reunirse antes del Mundial con Daniel Passarella, un histórico enemigo del mejor jugador de todos los tiempos. “Me encantaría poder hablar con Passarella, pasó por el lugar donde estoy yo y me gustaría poder juntarme con él”, concluyó.