Racing ganó su segundo partido del campeonato y eso le dio alegría de domingo a la tarde del lunes. Estudiantes perdió otra vez de visitante y no fue una derrota cualquiera: acaso haya dejado en Avellaneda la última chance que le quedaba para pelear el título antes de irse a Abu Dhabi a jugar el Mundial de Clubes. El equipo de La Plata quedó a seis puntos de los líderes Banfield y Newell’s, restándole doce por disputar. Y aunque los números le siguen brindando posibilidades, un dato estadístico le niega todas las chances: ningún campeón de torneos cortos se consagró habiendo perdido cinco partidos.

Estudiantes arrancó torcido y nunca pudo enderezarse. A los cuatro minutos, un mal despeje de Clemente Rodríguez al borde del área grande derivó en el gol de Lugüercio. Y luego, lo que le sobró en empeño y despliegue le faltó en juego y claridad. La presión de Racing le cerró el paso por los costados, donde Enzo Pérez y Leandro Benítez nunca alcanzaron a gravitar. Y como a Verón, Yacob y Wagner lo tuvieron bien rodeado, la pelota llegó poco y mal arriba. Un dato resulta revelador: la única situación de riesgo que Estudiantes pudo generar a partir de una acción colectiva fue un pase que Braña le puso a Boselli y que De Olivera tapó saliendo con prontitud. Corrían 4 minutos del segundo tiempo.

Antes y después, Estudiantes recorrió la misma vía de siempre para tratar de llegar al gol: las pelotas quietas frontales o de costado buscando alguna cabeza que las roce. Boselli pellizcó pocas, Salgueiro peinó una que dio en el travesaño, un tiro libre de Verón exigió otra buena intervención de De Olivera y en la jugada más polémica de la tarde, Boselli manoteó un tiro libre lanzado por Benítez y anotó un gol que el árbitro Pablo Lunati anuló pese a las protestas desubicadas de algunos jugadores pincharratas. Por su esfuerzo para buscarlo, Estudiantes debió haber alcanzado el empate. Por su falta de fútbol, estuvo bien la derrota.

Para Racing fue una buena noticia que Estudiantes se haya parecido más a aquel que perdió 0-3 con Central que al que le dio a Vélez una lección de alto vuelo. Porque con poco le alcanzó para llegar a un triunfo tan deseado como celebrado. En el primer tiempo, el equipo de Claudio Vivas jugó con gran intensidad, apretó mucho en el medio y aprovechó varias pelotas que la defensa de Estudiantes dejó flotando en las inmediaciones del área. En el segundo, reinó el pragmatismo. Vivas replegó sus líneas y con sus cambios (Grazzini y Rosano entraron por Castromán y Lugüercio) dio la pauta de que mantener el 1 a 0 era lo único que le importaba. Jugar quedará para mejor oportunidad. Pero la gente no se hizo demasiados problemas. Igualmente festejó tres puntos que no es habitual poder embolsar.

1- RACING

De Olivera; Mercado, Aveldaño, Cahais; Lluy, Yacob, Wagner, Lucero; Castromán; Lugüercio, Sánchez Sotelo.

DT: Claudio Vivas.

0- ESTUDIANTES

Albil; Rodríguez, Cellay, Desábato, Ré; Pérez, Braña, Verón Benítez; Morales Neumann, Boselli.

DT: Alejandro Sabella.

Estadio: Racing.

Arbitro: Pablo Lunati.

Gol: 4m, Lugüercio (R).

Cambios: 56m, Grazzini por Sánchez Sotelo (R); 65m, Carrusca por Benítez y Salgueiro por Morales Neumann (E); 66m, R. Ramírez por Castromán (R); 79m, Rosano por Lugüercio (R); 86m, González por Rodríguez (E).