Aunque su equipo marcha último en la tabla de los promedios para el descenso y no pudo aún sumar refuerzos de cara a la segunda mitad de la temporada, el entrenador de Chacarita, Fernando Gamboa, no pierde la fe, pues cree que con el plantel que conduce puede mantener la categoría y convertirse en la revelación del Torneo Clausura. “Nos vendrían bien algunas incorporaciones, pero igualmente confío en la capacidad de este grupo. Vamos a dar pelea por el campeonato”, anticipó el DT en diálogo con Página/12. El ex defensor central surgido en Ne- well’s aseguró que en lo personal significó un “orgullo” que Diego Maradona haya querido sumarlo al cuerpo técnico de la Selección Argentina, pero que no aceptó porque tiene un compromiso con la entidad de San Martín que debe respetar. “Los dirigentes confiaron en mí y no podía irme a otro lugar sin terminar el trabajo que empecé en este club”, remarcó el ex defensor.

–Chacarita está en una situación muy comprometida con respecto al descenso, ¿le preocupa que todavía los dirigentes no hayan podido sumar refuerzos?

–Me hubiese gustado que nos hubiésemos reforzado un poco, pero la cuestión es difícil y las tratativas están complicadas. No tuvimos la posibilidad que tuvo Racing, un rival directo en la lucha por mantener la categoría, que compró a (Claudio) Bieler o (Gabriel) Hauche, pero no desmerezco el esfuerzo que hacen los dirigentes. De todos modos, no pierdo la fe, sobre todo porque creo en la capacidad que tiene el plantel.

–¿Entonces cree que con la calidad que posee el plantel de Chacarita le alcanza para mantener la categoría?

–Estoy convencido de que sí. Terminamos el campeonato pasado jugando en un gran nivel, superamos en el juego a equipos muy consolidados como son Newell’s y Vélez cuando los tuvimos que enfrentar. Hicimos una buena pretemporada y por eso creo que podemos, incluso, dar pelea por el título.

–¿Tanta confianza se tiene?

–Sí. Y lo digo porque estoy convencido. Fundamentalmente por la buena imagen que dejó el equipo en el último tramo del Apertura. En ese sentido, casi lamentamos que hubiese terminado el campeonato justo cuando mejor estábamos jugando, pero contra eso no podemos hacer nada. De todos modos, estoy tranquilo, el plantel está convencido de una idea de juego, logró una identidad y eso es fundamental para conseguir el objetivo que pretendemos.

–¿Quiere decir que se va a ver un Chacarita jugando de igual a igual a todos los rivales?

–Esa es la idea. No tenemos que tener complejos. La idea es salir a ser protagonistas en cada partido del torneo. Es la mejor opción que tenemos para salir de la situación en la que nos encontramos.

–Diego Maradona pretendió en algún momento sumarlo al cuerpo técnico de la Selección. ¿Qué significó eso para usted?

–Un orgullo muy grande. Tengo una gran relación con él, pero lo más importante es que el entendió que podía hacer un aporte importante desde lo profesional, y eso me gratificó mucho. Pero lo de la Selección ya es un capítulo cerrado.

–¿Por qué?

–Porque estoy en este club. Los dirigentes me contrataron para que el equipo mantenga la categoría, y sentía que no podía irme a la Selección y dejar sin hacer el trabajo para el que me convocaron.

–Usted, Diego Simeone, Diego Cagna, Antonio Mohamed, Diego Cocca son parte de una nueva camada de entrenadores, ¿hay algún denominador en común entre todos ustedes?

–Es difícil precisar eso en términos futbolísticos. Si nos ponemos a analizar cuestiones tácticas vamos a notar que algunas diferencias tenemos. Pero lo que me une a todos esos colegas es que cuando fuimos jugadores vivimos el fútbol con mucha pasión y ahora le ponemos mucha dedicación a nuestro trabajo como entrenadores.

–¿El jugador cambió con respecto a cuando usted jugaba?

–Es inevitable que se produzcan cambios generacionales. No se puede vivir siempre la vida y el juego de la misma forma. Pero lo que noto es que los ’80 y los ’90, cuando un pibe de 17 años debutaba en Primera, entendía que debía madurar de golpe, hacerse hombre, no había otra opción. Eso, por lo menos, fue lo que me pasó a mí. Ahora hay que acompañarlos más, la maduración es un poco más tardía. Antes no había Play Station...

–¿Cuánto del jugador que fue vive aún en su condición de entrenador?

–Muchas cosas. En el fondo, uno nunca deja de ser un jugador, y por eso sabe que más allá de todo, lo más importante, a la hora de orientar a un jugador es ponerse en su lugar y entender lo que le pasaba a uno cuando un técnico tomaba decisiones. No hay que ser autoritario a la hora de intentar convencer. Eso es fundamental.

–En Newell’s tuvo a Marcelo Bielsa como entrenador. ¿Fue importante para su formación como técnico?

–Sí, pero también lo fueron otros entrenadores que tuve, como Menotti, Bilardo o Basile. Bielsa me transmitió muchos conceptos tácticos importantísimos. Pero lo que respecta al manejo de grupos, algo que es decisivo para el trabajo de un entrenador, lo aprendí de los otros.