La cumbia que suena en la Selección es esa que dice “la cosecha de enemigos nunca se acaba...”. El cuerpo técnico encabezado por Diego Maradona eligió la vieja receta de la fortificación en torno de los enemigos que crea –como fueron en las últimas semanas, por ejemplo, Jorge Valdano, Claudio Vivas o Víctor Zapata, por citar unos pocos– y se abroquela alrededor de la solidaridad interna frente al presunto ataque exterior, una receta que le dio resultado a la Selección en 1986 y no tanto en 1990 (¿cuántos se acuerdan de la bandera argentina quemada en la concentración de la AS Roma en Trigoria?) y que mantienen a flote.

Ahora volvió a ligarla Juan Román Riquelme, el astro de Boca que la semana pasada había vuelto a subrayar su imposibilidad de trabajar con Maradona. Quien lo atendió ayer fue Alejandro Mancuso, uno de los ayudantes de campo de Maradona. “Riquelme le dijo que no a la Selección cuando nosotros nos estábamos jugando la cabeza”, dijo terminante el ex volante central, aunque los términos son un tanto imprecisos.

Después de que Maradona criticara a Riquelme en televisión (“así como está no me sirve”), en la primera semana de marzo del año pasado, el futbolista de Boca respondió renunciando a integrar el equipo en el futuro (“Se terminó la Selección para mí, con el técnico no pensamos lo mismo, no tenemos los mismos códigos”). En ese momento, Maradona sólo había dirigido a la Selección en partidos amistosos, no por los puntos. De hecho, el debut oficial del entrenador en el equipo nacional se produjo en el encuentro contra Venezuela, por las Eliminatorias, el 28 de marzo de 2009, que terminó en una goleada 4-0 (goles de Messi, Tevez, Maxi Rodríguez y Agüero), que abrió expectativas desmesuradas, las cuales no se vieron luego cristalizadas.

La historia parecía cerrada, especialmente después de la clasificación angustiosa al Mundial en Montevideo. Maradona no volvió a hablar de la Selección y, a lo sumo, Riquelme enviaba mensajes de apoyo al equipo. Pero fue la relación entre Julio Grondona, presidente de la AFA, y el astro de Boca la que fogoneó los fuertes rumores de un regreso a una Selección a la que el fútbol no le sobra.

Eso llevó a que Maradona, que en la semana del amistoso con Jamaica había cuestionado la tarea de Jorge Valdano en el Real Madrid y atacó a Vivas alegando que no sabía lo que era vestir la camiseta de la Selección, ofertara la posibilidad de una convocatoria condicionándola a un pedido general de disculpas “al grupo” por parte de Riquelme.

Como se sabe, la respuesta llegó el viernes con conferencia de prensa: “Con el técnico de la Selección no podemos trabajar juntos –reiteró el futbolista, sin mencionar al entrenador por su apellido–. Sigo pensando lo mismo que hace once meses. Siempre quise lo mejor para la Selección y deseo que le vaya bien, pero nunca me planteé la posibilidad de volver”.

Según dijo Mancuso ayer, Riquelme “dejó de estar en los planes” del seleccionado desde que “se bajó” del plantel once meses atrás, en oposición a “jugadores que se jugaron el resto que tenían adentro”.

“El tema de Riquelme está cerrado hace rato –afirmó Mancuso en declaraciones televisivas–. Diego le tenía mucho afecto como futbolista. Cuando asumimos, el planteo estaba pensado alrededor de él. Sin embargo, cuando le dijo que no a la Selección, nunca más apareció en nuestros planes.”

La presencia de enemigos externos tranquiliza el frente interno: en diciembre, Mancuso había criticado al manager Carlos Bilardo, quien prometió ventilar públicamente todas las diferencias en el seno del cuerpo técnico, pero luego no cumplió su promesa. “Estamos en un momento de mucha tranquilidad entre nosotros –reconoció el ayudante de campo de Maradona–, porque tenemos un solo objetivo, que es el Mundial, estamos bien y con toda la fuerza unida. No tenemos otra alternativa en un momento muy especial para el fútbol argentino.” Y luego señaló: “Nuestra mentalidad está puesta en el plantel que tenemos. Sin lugar a dudas, la Argentina será protagonista en el Mundial”.

La Selección afrontará su último compromiso crucial antes del mundial el próximo miércoles 3 de marzo, en Munich, ante Alemania. Se espera que allí Maradona dé las últimas pistas respecto de la lista definitiva de futbolistas que convocará para la Copa del Mundo. En Munich probará a Javier Pastore, el ex volante de Huracán y actualmente en el Palermo, que sólo tiene un partido con la Selección y cuyo ídolo es, precisamente, Riquelme...