En un partido polémico, como aquella final del Clausura 2009 ganada por Vélez, Huracán sumó ayer tres puntos muy valiosos al vencer por un ajustado 3-2 a Vélez, que presentó a muchos juveniles. El árbitro Rafael Furchi tuvo una actuación muy floja. Rolando Zárate les permitió a los de Liniers imponerse en el primero tiempo, pero los locales obtuvieron en la segunda parte tres goles seguidos que aportaron Gustavo Balvorín, Patricio Toranzo (ambos de penal) y Federico Laurito. Sobre el final descontó el uruguayo Santiago Silva. El encuentro resultó polémico porque Furchi cobró dos penales para Huracán, y Vélez terminó con nueve jugadores por las expulsiones de Leandro Velázquez y Maximiliano Moralez.

El juez se equivocó esencialmente al no emplear un criterio uniforme a la hora de sacar las tarjetas, por caso no le mostró una amarilla a Toranzo, cuando el volante le fue a festejar el gol de modo provocador a la tribuna visitante. Huracán se terminó quedando con una victoria casi impensada porque Vélez era más inclusive con un futbolista menos, y en aquella ráfaga del segundo período en la que en dos minutos convirtieron Toranzo y Laurito, le dio forma a un triunfo fundamental en su lucha por mantener la categoría.

En definitiva, Huracán fue más inteligente para aprovechar sus oportunidades, a pesar de no haber desplegado un juego convincente.