Finalmente, el sueño de José María López de correr este año en la Fórmula 1 se deshizo en hilachas, luego de que su padre anunciara que estaban cerradas las negociaciones. “Se frustraron todas las posibilidades para que ‘Pechito’ esté en la Fórmula 1”, explicó Felipe Mc Gough, quien llevaba adelante las gestiones para que el cordobés fuera confirmado como piloto de reserva de la escuadra española HRT F1. El 25 de enero pasado, López había sido anunciado como piloto de la escuadra estadounidense USF1, pero tres semanas más tarde el equipo admitió que no tendría listos sus autos y el martes cerró sus puertas.

El manager de López fracasó en su intento de que el fenecido USF1 devolviera los 830 mil dólares que los sponsors argentinos le habían adelantado en el momento de la firma del contrato del piloto, como anticipo de los ocho millones de dólares que había que desembolsar en total a lo largo del 2010. Ese dinero era el que iba a invertirse en asegurar la butaca de reserva del HRT, que ayer presentó a sus pilotos, el brasileño Bruno Senna (sobrino del ex campeón mundial Ayrton Senna, fallecido en 1994) y el indio Karun Chandhok.

“No quiero entrar más en el manoseo. Estoy cansado. Ayer a la tarde (por el miércoles) dije basta. Se terminó esta historia porque le están quemando la cabeza a mi hijo”, afirmó el padre de López al sitio corsaonline.com. Versiones que circulaban ayer en Buenos Aires señalaban que el cordobés podría regresar al Turismo Carretera y al TC2000 con la escuadra Toyota, aunque días atrás su entorno aseguraba que “pase lo que pase”, López no correría en el automovilismo nacional.

Uno de los titulares del USF1, Ken Anderson, aseguró que el equipo entró en dificultades el pasado 15 de enero, cuando un sponsor no cumplió un pago comprometido. El contrato con López se anunció en la Casa de Gobierno diez días más tarde. McGough dijo que “el USF1 es el culpable, no tuvieron un orden interno para darse cuenta de que no llegaban en tiempo y forma a lo que tenían que hacer”.