Horacio Zeballos no sigue los carriles lógicos: debutante exitoso en la serie de Copa Davis contra el equipo sueco en Estocolmo, el argentino confiesa que la presión la siente cuando sólo debe responderse a sí mismo. “Voy a ser sincero: juro que me siento más nervioso jugando para mí acá que el otro día en la Davis. Haber representado a la Argentina es lo mejor, sabía que tenía que dar todo y fue diferente a lo de hoy (por ayer)”, indicó tras dar su primer paso en el Masters 1000 de Miami, una victoria sobre el italiano Andreas Seppi por 7-6 (7-4) y 6-2. Juan Ignacio Chela (84) venció al italiano Paolo Lorenzi 6-4, 3-6, 7-6 en su debut en el Masters 1000 de Miami, y ahora le tocará medirse con el chipriota Marcos Baghdatis (30). La bonaerense Gisela Dulko superó 7-5, 6-2 a la ucraniana Alona Bondarenko, en la segunda ronda, y su próxima rival será la francesa Marion Bartoli (15). Leonardo Mayer jugaba al cierre contra Mardy Fish.

“Debería ser al revés y también lo pensaba antes de entrar a la cancha aquel día en Suecia, pero en el partido de dobles con David (Nalbandian), miraba a los compañeros alentando, saltando, y juro que se me ponía la piel de gallina –reveló el marplatense–. Pensaba que había que dejar todo y eso me hizo mucho mejor. Se puede decir que cuanta más presión tuve, mejor rendí.”

En cambio, Zeballos no comenzó bien en su debut absoluto en Miami: con tres doble faltas en el primer juego, rápidamente quedó 1-3 en el primer set, antes de iniciar el trabajo de recuperación. “Estaba un poco tenso hoy, habían venido unos amigos de Mar del Plata y me costó”, indicó Zeballos, quien logró su primera victoria en un Masters 1000.

¿La experiencia de la Davis podrá repercutir favorablemente en su producción en el circuito? “Siempre ayuda, no tanto para mí sino para el rival, que me tenga un poquito más de respeto sabiendo que, en situaciones tan difíciles, salí airoso”, le dijo Zeballos a dpa.

“Si hubiera sido singles, quizás habría sido distinto. David fue un gran apoyo en el dobles. Su llegada nos levantó, era como el maestro al que seguíamos los demás.”

Su entrenador, Alejandro Lombardo, se confiesa “sorprendido en el buen sentido” por lo realizado por Zeballos en Suecia, “porque los debuts en la Davis no suelen ser tan buenos”. Aunque pide prudencia en lo inmediato. “Esos triunfos lleva tiempo asimilarlos. Es el primer año de Horacio en los torneos grandes, es todo nuevo para él y necesita un tiempo de equilibrio”, agregó.

Zeballos enfrentará en la próxima ronda de Miami al francés Gilles Simon. “Espero seguir avanzando. No venía teniendo buenos resultados en el circuito, pero son etapas... No se puede jugar bien los 365 días del año. Algún día la tortilla se va a dar vuelta.”