DEPORTES
› A CAUSA DE LA REDUCCION DEL DINERO DE LA TV
Deporte mundial, en bancarrota
Por Jean-Pierre Gallois
Desde París
Luego de dos décadas de desarrollo económico sostenido por los multimillonarios contratos televisivos, el deporte mundial finaliza el 2002 confrontado a la posibilidad de un cierre de las cataratas de dinero que llovieron y lo alimentaron el último cuarto de siglo.
La crisis económica mundial, que emergió con toda crudeza luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001, tuvo su impacto inmediato sobre la publicidad, y ésta sobre el dinero del que disponen las televisoras para patrocinar los torneos y las competencias.
Sin embargo, todo indica que los que pagarán los platos rotos son los deportes menos populares, con menor atractivo para la televisión, o en todo caso las competiciones de segunda categoría de los deportes estrella.
“Las cadenas de televisión nos dijeron que hay una categoría de sucesos deportivos que no será afectada por la reducción del dinero disponible”, dijo el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), el belga Jacques Rogge, que se apresta a iniciar la negociación de derechos de los Juegos del 2010 en adelante.
“Los Juegos Olímpicos, el Mundial de Fútbol, los torneos de tenis de Grand Slam, el Superbowl (de fútbol americano), quizás la Copa Ryder de golf y un par más de acontecimientos comparables” serán las competiciones que se salven del recorte, según las cadenas de televisión citadas por Rogge.
El tema resulta crucial para el COI, ya que vive –como nadie– de la televisión y además los Juegos Olímpicos son el acontecimiento que más dinero paga. Los Juegos de Sydney 2000 fueron adjudicados en 1300 millones de dólares por dos semanas de transmisiones, y los de Pekín 2008 ya treparon a 1700 millones.
“Para aquel tipo de torneos, las televisoras nos dijeron –afirma Rogge– que continuarán pagando. Para el resto... habrá que hacer más con menos.”
Además, una serie de medidas en curso en distintas regiones del mundo, como por ejemplo la decisión de la Unión Europea –el segundo mercado más suculento después de Estados Unidos– de prohibir a partir de julio del 2005 el patrocinio de cualquier competición deportiva por parte de una empresa tabacalera, reduce aún más las fuentes de financiamiento.
El año 2002 ya mostró los primeros síntomas de un crecimiento explosivo que llega a su fin: el grupo alemán de prensa deportiva escrita y audiovisual Kirch, un gigante del negocio, fue a la quiebra, al igual que la cadena televisiva británica de pago ITV Digital, incapaz de soportar las facturas que debía abonar al fútbol.
Y son los equipos pequeños los que sufren. La Primera División inglesa se había asegurado el futuro en junio del 2000 al vender a la cadena BSkyB, de Rupert Murdoch, los derechos de televisación hasta el 2004 por más de 1700 millones de dólares.
Pero las tres divisiones inferiores habían hecho negocio por tres años y por 500 millones de dólares con la ahora quebrada ITV Digital. La novedad hizo que el fútbol inglés de segunda, tercera y cuarta división se viera obligado a renegociar con Murdoch cuatro años por, apenas, 150 millones de dólares.
La quiebra de Kirch es otro rompedero de cabeza. Ese grupo había comprado los derechos del fútbol alemán por cuatro temporadas en 1500 millones de dólares. La quiebra llevó a renegociar las temporadas 2002-2003 y 2003-2004 con una baja de casi 25 por ciento, de 820 millones de dólares a 630 millones.
El impacto de la crisis germana no se acabó allí: su subsidiaria, Kirchmedia, le había comprado a la FIFA los derechos del Mundial de Alemania 2006 en 1100 millones de dólares. La exclusividad pasó ahora a otro grupo y la FIFA sigue el caso con preocupación, ya que ha venido gastando a cuenta.